01 El aparato digestivo
El aparato digestivo está integrado por el tubo digestivo y sus glándulas anejas
1.1 EL TUBO DIGESTIVO
El tubo digestivo es un tubo muscular, de unos 11 m de longitud y de diámetro irregular, que recorre longitudinalmente el tronco en posición ventral y está tapizado internamente por tejido epitelial de revestimiento.
Su orificio de entrada se denomina boca, y el de salida, ano. A lo largo del recorrido del tubo digestivo entre la boca y el ano se diferencian cinco regiones: faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso.
La función de nutrición
En la función de nutrición intervienen:
El aparato digestivo, que obtiene los nutrientes de los alimentos
El aparato respiratorio, responsable de la obtención de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono
El aparato excretor, encargado de expulsar los desechos
El aparato circulatorio, que transporta sustancias (nutrientes, oxígeno, dióxido de carbono y desechos) por el organismo.
LA BOCA
Es la cavidad a través de la cual se introducen los alimentos en el tubo digestivo. Está sostenida por los huesos maxilar (arriba) y mandibular (abajo) y delimitada anteriormente por los labios y lateralmente por las mejillas o carrillos.
En el interior de la boca destacan el paladar, la lengua y los dientes
La dentición humana
Según la forma de la corona, existen cuatro tipos de dientes: incisivos, caninos o colmillos, premolares y molares
Incisivos: Son anchos y con el borde afilado. Sirven para cortar los alimentos.
Caninos: Son puntiagudos. Su función es desgarrar los alimentos.
Premolares y molares: Son anchos y planos. Con ellos se trituran los alimentos.
El ser humano tiene dos denticiones a lo largo de su vida:
La dentición de leche, formada por 20 dientes (8 incisivos, 4 caninos y 8 molares)
Estos dientes empiezan a salir a partir de los seis meses y son sustituidos por los
Definitivos entre los seis y doce años
La dentición adulta, que consta de 32 piezas (8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares)
Esta dentición suele estar completa a los 21 años, aunque algunas personas no llegan a desarrollar el último grupo de molares (muelas del juicio).
LA FARINGE
Es una cavidad muscular situada en el cuello, que conecta la boca con el esófago. En las paredes laterales de la faringe se localizan las amígdalas, órganos que tienen una función inmunitaria.
Se encuentra en comunicación con:
El oído medio, a través de las trompas de Eustaquio
Las fosas nasales, a través de dos orificios llamados coanas
La laringe, a través de un orificio denominado glotis
EL ESÓFAGO
Es un tubo muscular que se inicia a continuación de la faringe, recorre el tórax, atraviesa el diafragma y se introduce en el abdomen, donde desemboca en el estómago.
Su función es conducir los alimentos desde la faringe hasta el estómago
EL ESTÓMAGO
Es una porción dilatada del tubo digestivo de paredes musculares y en forma de saco. Se localiza en la cavidad abdominal, bajo el diafragma, y está ligeramente desplazado hacia el lado izquierdo.
A la entrada y a la salida del estómago existen dos válvulas, denominadas esfínteres, que regulan el tránsito de los alimentos. El cardias es el de entrada del estómago, y el píloro, el esfínter situado a la salida del mismo.
El jugo gástrico
La mucosa interna del estómago segrega el jugo gástrico, que está constituido por:
Agua y sales minerales
Mucina, una sustancia lubricante que facilita el tránsito de los alimentos por el tubo digestivo y que, además, protege la mucosa del estómago de sus propios jugos gástricos.
Pepsina, una enzima implicada en la digestión de las proteínas
Cloruro de hidrógeno (HCl), que mantiene un pH bajo para que actúe la pepsina
EL INTESTINO DELGADO
Es una regíón tubular de unos 7 u 8 m de longitud, que se extiende desde el píloro hasta la válvula ileocecal, que da entrada al intestino grueso. Se estructura en tres regiones: el duodeno, el yeyuno y el íleón.
La mucosa intestinal, rica en células absorbentes denominadas enterocitos, posee numerosos pliegues y repliegues, conocidos como vellosidades y microvellosidades intestinales, que incrementan su superficie de absorción.
El jugo intestinal
Es una disolución segregada por la mucosa del duodeno y está constituido por:
Agua, sales minerales y mucina
Amilasas (enzimas implicadas en la digestión de los glúcidos)
Proteasas (enzimas que intervienen en la digestión de las proteínas)
Lipasas (enzimas que participan en la digestión de las grasas)
EL INTESTINO GRUESO Y EL ANO
El intestino grueso constituye la última regíón del tubo digestivo. Se extiende desde la válvula ileocecal, situada al final del íleón, hasta el ano.
Tiene una longitud aproximada de 1,5 m y su grosor casi triplica al del intestino delgado
Su mucosa interna posee numerosas glándulas conocidas como criptas de Lieberkühn. Estas secretan una gran cantidad de mucosidad, cuya función es favorecer el tránsito de los restos no digeridos.
Esta mucosa, a diferencia de la del intestino delgado, presenta una superficie lisa, ya que carece de vellosidades y microvellosidades.
El intestino grueso se subdivide en tres regiones: ciego, colon y recto. El ciego se sitúa en la parte inferior derecha de la cavidad abdominal y posee una ramificación delgada, de unos 5 a 12 cm de longitud, llamada apéndice, que realiza funciones inmunitarias.
En el colon se distinguen, a su vez, cuatro partes: colon ascendente, colon transverso, colon descendente y colon sigmoideo (denominado así porque describe una «S» para conectarse con el recto).
El recto se abre al exterior a través del ano. Se trata de un orificio cuya apertura y cierre está regulada por un par de esfínteres musculares: el esfínter anal interno, formado por musculatura lisa y de control involuntario, y el esfínter anal externo, formado por musculatura estriada y de control voluntario.
1.2 LAS GLÁNDULAS ANEJAS
Son tres glándulas externas al tubo digestivo que vierten sus secreciones en él. Estas son las glándulas salivales, el páncreas y el hígado.
LAS GLÁNDULAS SALIVALES
Hay tres pares de glándulas salivales: las parótidas, las sublinguales y las submaxilares. Todas vierten su secreción, la saliva, al interior de la cavidad bucal.
La saliva
La saliva está constituida por:
Agua, sales minerales y mucina
Ptialina, amilasa responsable de la digestión del almidón
Lisozima, enzima con acción bactericida
EL PÁNCREAS Y EL HÍGADO El páncreas es una glándula situada en la parte izquierda de la cavidad abdominal, debajo y detrás del estómago. Las secreciones que produce son el jugo pancreático y las hormonas insulina y glucagón. El hígado es un órgano situado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal, debajo del diafragma. Su secreción se denomina bilis. El hígado, además de la digestiva, desempeña otras funciones metabólicas en el organismo.
El jugo pancreático
Este jugo tiene funciones digestivas y se vierte al duodeno a través del conducto pancreático
Contiene agua, sales minerales, amilasas, proteasas y lipasas
La insulina y el glucagón
Son hormonas que se vierten directamente a la sangre y desempeñan funciones endocrinas
La bilis
Contiene sustancias que facilitan la digestión de las grasas
Antes de su secreción al intestino, la bilis es dirigida a través del conducto cístico hasta la vesícula biliar, donde se almacena.
Desde esta vesícula, la bilis es segregada al duodeno a través del conducto biliar
02 El proceso digestivo
El proceso digestivo tiene lugar en el aparato digestivo y gracias a él los alimentos se transforman en nutrientes necesarios para la actividad celular.
Este proceso se desarrolla en cuatro etapas: ingestión, digestión, absorción y egestión
2.1 LA INGESTIÓN
La ingestión es la etapa de entrada de los alimentos en el tubo digestivo
Una vez que los alimentos son introducidos de forma voluntaria en la boca, son sometidos a tres procesos: masticación, insalivación y deglución.
Masticación Es un proceso mecánico y voluntario en el cual los alimentos son triturados y reducidos a porciones muy pequeñas.
La masticación es llevada a cabo por los dientes premolares y molares
Insalivación Es un proceso químico simultáneo a la masticación. Consiste en mezclar las partículas de los alimentos masticados con la saliva.
En este proceso, la lengua desempeña un papel esencial. La masa resultante de la masticación e insalivación se denomina bolo alimenticio.
Deglución Es un acto reflejo que consiste en el paso del bolo alimenticio desde la boca hasta el estómago, a través de la faringe y el esófago.
2.2 LA DIGESTIÓN
La digestión es un proceso químico llevado a cabo por las enzimas digestivas presentes en la saliva, los jugos gástricos, el jugo intestinal y pancreático y la bilis.
Como resultado de la digestión, los alimentos se escinden en sus nutrientes sencillos (monosacáridos, aminoácidos, glicerina, ácidos grasos…), asimilables por las células.
Se produce de forma secuencial a medida que los alimentos avanzan por el tubo digestivo y tiene lugar en tres regiones del mismo: la boca, el estómago y el duodeno.
Digestión en la boca
En la boca comienza la digestión química de los glúcidos (almidón) por acción de la ptialina (amilasa) de la saliva. Se forma el bolo alimenticio.
Digestión en el estómago
En el estómago comienza la digestión química de las proteínas gracias a la pepsina (proteasa) del jugo gástrico
Tras su paso por el estómago, los alimentos tienen el aspecto de una papilla espesa, llamada quimo
Digestión en el duodeno
En el duodeno se completa la digestión química de los nutrientes del quimo:
Los glúcidos son descompuestos en monosacáridos (glucosa) por las amilasas de los jugos pancreático e intestinal
Las proteínas son descompuestas en aminoácidos por las proteasas de estos jugos
Sobre las grasas actúan la bilis y las lipasas intestinal y pancreática, que las degradan en ácidos grasos y glicerina.
La bilis no contiene enzimas, pero resulta imprescindible para la digestión de las grasas. Tiene sobre ellas un efecto emulsionante, es decir, las divide en gotas minúsculas que resultan fáciles de atacar por las lipasas.
La bilis además neutraliza la acidez del quimo, que es debida al cloruro de hidrógeno del jugo gástrico. Esto protege la mucosa del duodeno, muy sensible a pH bajos.
Como consecuencia, tras su paso por el duodeno, el contenido intestinal es un líquido blanquecino, denominado quilo, en el cual se encuentran los nutrientes necesarios para las células (glucosa, aminoácidos, ácidos grasos, glicerina, agua, sales minerales y vitaminas).
2.3 LA ABSORCIÓN Y LA EGESTIÓN
La absorción es el proceso de paso de los nutrientes resultantes de la digestión a los capilares sanguíneos través de las células del epitelio intestinal.
Tiene lugar en el yeyuno, el íleón y el intestino grueso
Absorción en el intestino delgado
En el yeyuno y el íleón se produce la absorción de casi todos los nutrientes del quilo (monosacáridos, aminoácidos, ácidos grasos, glicerina, vitaminas, sales minerales y agua).
Estos nutrientes pasan a los capilares sanguíneos a través de las células del epitelio intestinal (enterocitos). La vena porta hepática los conduce al hígado, desde donde serán distribuidos a las células del organismo.
Una excepción la representan los ácidos grasos y la glicerina resultantes de la digestión de las grasas, que son recogidos directamente por unos capilares especiales de las microvellosidades intestinales, denominados vasos quilíferos. Una vez dentro de estos vasos, las grasas se reconstruyen y son conducidas lentamente a la sangre, sin pasar por el hígado.
Absorción en el intestino grueso
Cuando el quilo llega al intestino grueso, la práctica totalidad de sus nutrientes y una gran parte de su contenido de agua han sido ya absorbidos en el intestino delgado. Es una masa rica en fibra alimentaria no digerible (celulosa) e iones (sodio, magnesio y cloruros).
En su recorrido a lo largo del intestino grueso, el quilo se concentra por absorción de agua y se mezcla con las bacterias que habitan en el colon y que constituyen la flora intestinal. Estas bacterias descomponen parte de la celulosa para su propia alimentación y generan ciertos gases de olor desagradable.
Al llegar al colon sigmoideo, el contenido intestinal es una masa espesa de residuos no digeribles, que se conoce como heces fecales.
El colon sigmoideo posee una potente musculatura, cuya contracción incrementa la presión sobre las heces fecales y las dirige hacia el recto, para su salida al exterior en la siguiente etapa.
Egestión
La egestión, también denominada defecación, es la expulsión de las heces fecales al exterior a través del ano
Las enfermedades del aparato digestivo pueden afectar a las diferentes regiones del tubo digestivo o a sus glándulas anejas.
Enfermedades que afectan a la boca
Aftas: Son ulceraciones o llagas abiertas de la mucosa bucal, originadas por infecciones o lesiones mecánicas de la mucosa.
Caries: Son lesiones de los dientes, provocadas por la destrucción del esmalte, debido a la acción de los ácidos producidos por las bacterias de la boca a partir de los restos de alimentos ricos en azúcares.
Enfermedades que afectan al estómago
Dispepsia: Es un trastorno de la digestión originado por falta de motilidad gástrica o de enzimas gástricas, lo que provoca digestiones lentas y pesadas.
Gastritis: Es una inflamación dolorosa de la mucosa gástrica causada por infecciones o por la ingesta de alimentos inadecuados (alcohol, comidas picantes, ciertos medicamentos…).
Úlcera gástrica:Es una llaga abierta, y en ocasiones sangrante, que se forma en la mucosa interna del estómago. Puede tener su origen en un exceso de cloruro de hidrógeno en el jugo gástrico o en infecciones causadas por la bacteria Helicobacter pylori. Otros factores desencadenantes o agravantes de la enfermedad son la ingesta de alcohol, el tabaquismo, la ansiedad y el estrés.
Enfermedades que afectan al intestino
Apendicitis: Es la inflamación del apéndice a causa de una infección. Cursa con dolor intenso en la parte inferior derecha del abdomen, vómitos y fiebre. Si el apéndice inflamado no se extirpa quirúrgicamente, puede llegar a romperse y dar lugar a una grave infección abdominal denominada peritonitis.
Celiaquía: Se trata de una enfermedad autoinmune producida por una intolerancia al gluten, proteína presente en cereales como el trigo y la cebada.
El propio sistema inmunitario daña las vellosidades intestinales, debido a una reacción inmunitaria cruzada con el gluten.