Cambios Físicos en la Pubertad
Los cambios en el aspecto general del cuerpo hacen más notorias las diferencias entre los sexos. Los órganos del sistema reproductor que definen los caracteres sexuales primarios se desarrollan y adquieren toda su capacidad de funcionamiento. Aparecen la menstruación en las chicas y las primeras emisiones de esperma o eyaculaciones en los varones. A la vez, se desarrollan los caracteres sexuales secundarios, relacionados con características del cuerpo que diferencian a los hombres de las mujeres, aparte de los órganos sexuales. En las chicas, por ejemplo, se desarrollan los senos, aparece vello en el pubis y las axilas, y se ensanchan las caderas. En los chicos, aparece la barba, además del vello en el pubis y las axilas, se desarrolla la masa muscular, se ensancha el tórax y la voz se torna más grave.
Cambios de Comportamiento en la Adolescencia
Se producen nuevas hormonas que originan cambios, además de físicos, psíquicos, que modifican la personalidad y el comportamiento de los adolescentes. En esta etapa, los individuos comprenden de manera más completa la realidad que los rodea, lo que les permite enfrentar por sí solos situaciones complejas y nuevas; es el primer paso hacia su inclusión en la sociedad adulta. Surgen, además, dudas, planteamientos, y se producen descubrimientos, como la sexualidad.
Sistema Reproductor Masculino
El sistema reproductor masculino puede ser dividido, a grandes rasgos, en cuatro regiones principales: los testículos (gónadas masculinas), un sistema complejo de conductos (epidídimo, conductos deferentes y la uretra, entre otros), tres glándulas anexas (próstata, vesículas seminales y glándulas bulbouretrales) y el pene.
Testículos
Los testículos son dos estructuras de unos 3,5 cm. Se ubican en una bolsa de piel llamada escroto, que los mantiene a unos 2 °C por debajo de la temperatura abdominal. Poseen una red de túbulos seminíferos, en los que se forman los espermatozoides. Producen la hormona testosterona, responsable de los caracteres sexuales secundarios.
Epidídimo
El epidídimo es una estructura tubular, de unos 4 o 5 cm de longitud. Se origina en los testículos y se encarga del almacenamiento y la maduración de los espermatozoides.
Conductos Deferentes
Los conductos deferentes son dos tubos delgados (uno por testículo), de unos 30 cm de largo, que transportan los espermatozoides desde el epidídimo hasta el conducto eyaculador.
Vesículas Seminales
Las vesículas seminales son dos glándulas exocrinas que secretan el 60% del líquido seminal. Este contiene fructosa y otros nutrientes que les dan energía a los espermatozoides.
Próstata
La próstata es un órgano glandular que secreta sustancias que neutralizan la acidez de la vagina, protegen a los espermatozoides y ayudan a su movilidad.
Glándulas Bulbouretrales
Las glándulas bulbouretrales elaboran y secretan un material con un líquido alcalino y un moco que sirve para lubricar la uretra.
Pene
El pene deposita el semen en el tercio superior de la vagina. Tiene forma alargada, con un ensanchamiento en su extremo, llamado glande, y está recubierto por un doble pliegue de piel, llamado prepucio.
Uretra
La uretra es un conducto que permite expulsar el semen hacia el exterior mediante la eyaculación. A través de él también se evacua la orina, proveniente de la vejiga urinaria.
Formación de Gametas Masculinas: Espermatogénesis
Los espermatozoides se forman en el interior de los testículos mediante un proceso llamado espermatogénesis. En el hombre, la producción de espermatozoides es continua a lo largo de toda su vida. Esta ocurre en los túbulos seminíferos, en cuyas paredes hay células germinales primordiales que se dividen. Una vez que se desprenden, los espermatozoides pasan por el epidídimo, donde permanecen unos días madurando. Desde allí salen hacia el conducto deferente, desembocan en la uretra y se mueven a lo largo del pene. Las gametas masculinas, junto con el plasma seminal producido por las vesículas seminales, forman el semen, que se elimina por la uretra en cada eyaculación.
Sistema Reproductor Femenino
El sistema reproductor de la mujer puede ser dividido en genitales internos y genitales externos. Los internos son la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios; y los genitales externos están constituidos principalmente por la vulva.
Ovarios
Los ovarios son dos órganos ovalados adyacentes a las trompas de Falopio, uno a cada lado del útero. Miden aproximadamente 4 cm en una mujer adulta. En ellos se producen y liberan los óvulos y las hormonas estrógenos y progesterona, responsables de los caracteres sexuales secundarios.
Trompas de Falopio
Las trompas de Falopio son dos estructuras de unos 10 cm, con un extremo ancho que tiene prolongaciones filamentosas llamadas fimbrias, y un extremo más delgado que se conecta con el útero. Su principal función es conducir el óvulo hacia el útero.
Útero
El útero es un órgano hueco, de unos 8 cm de largo y 4 cm de ancho. Constituido por tejido muscular y mucoso, se divide en dos regiones: el cérvix (o cuello uterino), conectado con la región superior de la vagina, y el cuerpo, más ancho y con apariencia triangular, donde se recibe, se implanta y se desarrolla el embrión. Tiene tres capas:
- El perimetrio o capa externa.
- El miometrio o capa intermedia muscular, responsable de las contracciones uterinas.
- El endometrio o capa interna.
Vulva
La vulva brinda protección a los genitales internos. Está formada por pliegues llamados labios mayores, ubicados en la parte más externa, y labios menores, en la parte interna. Detrás de la unión de los labios menores se encuentra el clítoris, que es una estructura eréctil muy sensible. Entre los labios menores se localiza el orificio de la uretra y por detrás de este, el orificio de la vagina.
Vagina
La vagina es una estructura muscular elástica de unos 8 a 10 cm y de forma tubular. Se conecta con el útero a través del cérvix. Tiene tres funciones:
- Recibir el semen.
- Posibilitar la expulsión del flujo menstrual.
- Permitir el descenso del bebé durante el parto.
Formación de Gametas Femeninas: Ovogénesis
Los óvulos de una mujer se forman antes de su nacimiento, cerca del cuarto mes de gestación. Al nacer, la mujer ya posee la reserva de óvulos inmaduros que tendrá para utilizar a lo largo de su vida: alrededor de 200.000 en cada ovario. Cada uno de estos óvulos inmaduros se ubica en pequeñas cavidades que están dentro del ovario, los folículos, cuyas paredes están cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Al llegar la pubertad, los óvulos comienzan a madurar aproximadamente cada 28 días, y ocurren las primeras ovulaciones. La ovogénesis, a diferencia de la espermatogénesis, es periódica. En el transcurso de su vida, una mujer puede ovular unas 400 veces (generalmente madura un solo óvulo cada vez) hasta que, alrededor de los 50 años, ya no quedan folículos en el ovario y cesan las ovulaciones, lo que se conoce como menopausia.
Ciclo Menstrual Humano
Luego de la pubertad, en la mujer suceden una serie de cambios hormonales que reciben el nombre de ciclo reproductor femenino o ciclo menstrual. Este ciclo reproductor abarca, a su vez, el ciclo ovárico y el ciclo uterino. En el primero de ellos crece y madura el folículo ovárico, que luego expulsará el óvulo mediante la ovulación. Este evento es el más importante del ciclo menstrual. El segundo, el ciclo uterino, se refiere a los cambios que experimenta el endometrio, tanto en grosor como en irrigación, durante el ciclo reproductor.
El ciclo reproductor femenino es variable en días, pero para la siguiente explicación se considera un ciclo de 30 días con dos fases: preovulatoria y posovulatoria. Además, el ciclo posee dos eventos muy importantes: la menstruación y la ovulación.
Menstruación
Es el hecho más evidente del ciclo menstrual, ya que marca su inicio. Corresponde al desprendimiento sanguinolento del tejido endometrial. La primera menstruación, denominada menarca, se produce alrededor de los 13 años.
Fase Preovulatoria o Folicular
Transcurre desde el término de la menstruación hasta la ovulación. Es variable en cuanto a tiempo y, por lo tanto, hace que el ciclo presente modificaciones. Esta fase también es conocida como estrogénica, debido a la importante acción de los estrógenos, y como folicular, considerando lo que ocurre con los folículos en el interior de los ovarios.
Ovulación
El folículo maduro libera el óvulo, que luego es transportado a la trompa de Falopio. En general, la ovulación sucede el día 14 del ciclo, pero no siempre es así, por la variabilidad de la fase folicular precedente. El óvulo, una vez liberado, vive unas 24 horas si no es fecundado.
Fase Posovulatoria o Lútea
Ocurre desde la ovulación hasta la próxima menstruación. En ella, los restos del folículo ovárico se transforman en una estructura denominada cuerpo lúteo, que secreta estrógenos y progesterona. Su duración es constante: 14 días.
Fecundación
La fecundación constituye el momento en que el espermatozoide se fusiona con el óvulo. Es un proceso fascinante, ya que la unión de las dos gametas origina una nueva célula, el cigoto, organismo humano que iniciará un desarrollo continuo, gradual y altamente regulado. El cigoto es una célula viva, pues proviene de gametas que también lo son. Solo uno de entre los miles de espermatozoides que alcanzan el interior del útero penetra en el óvulo, atravesando su corona y perforando la membrana que lo rodea. Es entonces cuando los núcleos de ambas células se fusionan.
Proceso de la Fecundación
En el acto sexual, el semen es depositado en el tercio superior de la vagina. Desde ahí, millones de espermatozoides comienzan a ascender y se encuentran con el moco cervical, producido en el cérvix, que es muy importante para la selección y transporte espermático.
Los espermatozoides han ascendido por el cérvix y, desde el útero, comienzan a subir hacia las trompas de Falopio. Los espermatozoides son orientados hacia el óvulo por sustancias llamadas quimioatrayentes (algunas hormonas y metabolitos).
El óvulo ha sido liberado del ovario y comienza su recorrido por las trompas de Falopio.
El óvulo ha avanzado hasta llegar al primer tercio de la trompa de Falopio, región más cercana al ovario. Aquí se encuentra con los pocos espermatozoides que han podido llegar a ese lugar. La mayor parte de las veces, solo un espermatozoide es capaz de atravesar las cubiertas del óvulo y fusionarse a su membrana plasmática, con lo que se produce la fecundación. Una vez fecundado, el propio óvulo impide el ingreso de otro espermatozoide.
Etapas Detalladas de la Fecundación
El óvulo es transportado a través de la trompa de Falopio y aún no se ha encontrado con el espermatozoide.
El espermatozoide se encuentra con el óvulo y comienza a penetrar por la corona radiada (células que rodean el óvulo). Al entrar en contacto con la capa más externa protectora del óvulo, llamada zona pelúcida, se liberan enzimas que le permiten atravesarla y unirse a la membrana plasmática del óvulo.
En el momento en que se une el espermatozoide con la membrana plasmática del óvulo, este se vuelve impenetrable, lo que impide la unión de otros espermatozoides. Se forma el cigoto.
Desarrollo Embrionario Temprano
Segmentación
Luego de su formación, el cigoto comenzará a dividirse y formará el embrión.
- A través de múltiples divisiones mitóticas, el cigoto origina células de menor tamaño llamadas blastómeros.
- Se forma la mórula, estado constituido por unos 16 a 64 blastómeros, de forma esférica y estructura compacta, con apariencia semejante a una mora (de ahí su nombre).
- Alrededor de una semana después de la fecundación ya se ha formado el blastocisto, que posee en su interior una cavidad llamada blastocele. El blastocisto se implantará en la cara interna del útero (endometrio).
Implantación
En este punto, el embrión se encuentra en el estado de blastocisto, que comienza a fijarse en la cavidad uterina, que nutrirá y protegerá a esta nueva vida en desarrollo. El blastocisto está formado por una masa celular interna, o embrioblasto, que originará al organismo, y por una masa celular externa, o trofoblasto, que proveerá nutrientes al embrión.
La implantación es posible gracias a las células del trofoblasto, que liberan varias enzimas que degradan a las células presentes en la cavidad uterina y le permiten invadir y adherirse al endometrio, que ha sido preparado por la hormona progesterona para albergar al nuevo ser. Luego de la implantación, ocurre una rápida proliferación de las células del trofoblasto que forman la placenta y los anexos embrionarios.
Gastrulación y Capas Germinales
Posteriormente, se forma la gástrula, que dará origen a las tres capas germinales primarias:
- El ectodermo, que formará el cerebro, la médula espinal y los nervios, entre otras estructuras.
- El endodermo, que formará el tubo digestivo, el hígado, el páncreas, los pulmones y otros órganos.
- El mesodermo, que originará el esqueleto, las gónadas y los músculos, entre otras estructuras.
Estructuras de Soporte y Etapas del Desarrollo
Cordón Umbilical
El cordón umbilical es un tubo de unos 55 cm de largo que conecta al feto con la placenta y que permite el intercambio de gases y de nutrientes con la madre.
Placenta
La placenta es un órgano de gran relevancia, cuya función es intercambiar nutrientes, sustancias de desecho y gases (especialmente oxígeno y dióxido de carbono) entre el feto y la madre.
Amnios y Líquido Amniótico
El amnios es una membrana con apariencia de saco que contiene tanto el embrión como el líquido amniótico. El amnios y el líquido amniótico son muy importantes, ya que protegen al embrión de traumatismos, como un golpe o una caída de la madre.
Corion
El corion es una estructura membranosa encargada del intercambio de gases como el oxígeno, de nutrientes y de diversas sustancias. El corion, ubicado cerca de la pared del útero, originará el componente fetal de la placenta.
Funciones de la Placenta
Función Metabólica
La placenta permite difundir, desde la circulación materna hacia el feto, el oxígeno y diversas sustancias, como ácidos grasos libres, aminoácidos, glucosa, agua, anticuerpos, entre otras, que son cruciales para su nutrición, crecimiento y desarrollo. Además, la circulación placentaria permite el traspaso de dióxido de carbono y otras sustancias de desecho, como urea y bilirrubina, desde el feto hacia la circulación de la madre.
Arterias umbilicales
Función Endocrina
La placenta sintetiza hormonas que se secretan al torrente sanguíneo materno y que desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del embarazo.
Período Embrionario
El período embrionario abarca los primeros dos meses de desarrollo (ocho semanas). En él se forma la mayoría de los órganos y estructuras del cuerpo, como el cerebro, la médula espinal, el corazón (que comienza a latir), otros órganos internos, los huesos y las extremidades.
Período Fetal
El período fetal abarca desde el inicio del tercer mes hasta el momento del parto (durante el noveno mes). En esta etapa ya se lo denomina feto, y sus órganos, previamente formados, comienzan a crecer. En el feto se observa el movimiento de los ojos, los músculos comienzan a desarrollarse y su cuerpo se cubre de un vello muy delgado y suave denominado lanugo.
Etapas del Parto
Etapa de Dilatación
Comienza con la aparición de contracciones en las paredes del útero. Estas son espontáneas, permiten que el feto comience a descender paulatinamente y van acompañadas de dolor en aumento en la región abdominal. Al mismo tiempo, el cérvix se va dilatando para posibilitar la salida del bebé.
Etapa de Expulsión
El feto es forzado a salir (expulsado) a través del cuello del útero y comienza a descender por el canal de parto (vagina). Esto se produce a causa del notorio aumento en la intensidad de las contracciones uterinas.
Etapa de Alumbramiento
Varios minutos después de que ha nacido el bebé, comienzan nuevamente las contracciones espontáneas y rítmicas del útero. Estas provocarán que la placenta se desprenda del tejido uterino y salga al exterior junto a otras envolturas fetales.
Lactancia
La principal hormona que promueve la síntesis y la secreción de leche es la prolactina, elaborada en la hipófisis anterior. A pesar de que los niveles de prolactina aumentan a medida que progresa el embarazo, la secreción de leche no comienza inmediatamente porque la progesterona inhibe los efectos de la prolactina.
El estímulo que mantiene la secreción de prolactina durante el período de lactancia es la succión. Esta acción del lactante ocasiona el envío de impulsos nerviosos desde los receptores del pezón hacia el hipotálamo.
Durante los cinco días posteriores al nacimiento, aproximadamente, se produce una sustancia láctea denominada calostro, y solo alrededor de un mes después del parto la leche tendrá su composición característica. La leche materna es esencial para el recién nacido, pues contiene anticuerpos y nutrientes importantísimos que fortalecen el sistema inmune y promueven el crecimiento y el desarrollo intelectual del bebé.
La lactancia fortalece los vínculos afectivos entre madre e hijo. Se aconseja que la lactancia ocupe, como mínimo, un período de seis meses.