Trastornos Neurológicos y Motores: Definiciones y Manifestaciones Clínicas

Introducción a los Trastornos Neurológicos y Motores

Las sincinesias son un fenómeno médico que hace referencia a un movimiento voluntario que provoca, a la vez, otro movimiento involuntario. Estos movimientos sincinéticos pueden observarse en la parálisis facial periférica, la esclerosis múltiple, entre otras condiciones. Son el resultado de lesiones nerviosas que causan una reinnervación aberrante o una desinhibición de vías motoras, manifestándose como movimientos involuntarios e inconscientes asociados a una acción intencional.

La hemiplejia es una afectación que se manifiesta en las extremidades del mismo lado del cuerpo, predominantemente en la extremidad superior. En la marcha, se acentúan los trastornos posturales, como el pie equino y la marcha de puntillas en el lado afectado, lo que dificulta el apoyo y el equilibrio.

La tetraplejia afecta a los cuatro miembros, siendo la alteración más pronunciada en las extremidades superiores. Se caracteriza por dificultad para los movimientos pasivos, espasmos al intentar movimientos activos, signo de Babinski positivo, rigidez e hipertonía. Puede asociarse a microcefalia, retraso mental, convulsiones frecuentes, disartria y trastornos de la deglución, con el consiguiente riesgo de aspiraciones y malnutrición.

Distrofia Muscular de Duchenne

La distrofia muscular de Duchenne es una deficiencia motora progresiva sin afectación cerebral primaria, que se inicia con un deterioro de los músculos de la pelvis. Esto origina una actitud de lordosis, progresando hasta la necesidad de utilizar una silla de ruedas alrededor de los 12 años. Es una forma grave debido a su progresividad. Comienza siempre antes de los 4 años; el niño nace con un desarrollo motor normal hasta el inicio de la enfermedad, progresando a la incapacidad total para la marcha.

Es de origen genético y se transmite de forma recesiva ligada al cromosoma X. La padecen los varones y las mujeres son portadoras. En un pequeño número de casos, no existen antecedentes familiares y son resultado de mutaciones de novo.

Parálisis Cerebral

La parálisis cerebral es un grupo de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y la postura, que causan limitaciones en la actividad, atribuidas a alteraciones no progresivas que ocurrieron en el desarrollo cerebral del feto o del lactante. Se clasifica según la severidad:

Parálisis Cerebral Leve

Niños con dificultades de coordinación y movimiento que solo se manifiestan en actividades motoras más avanzadas, como correr, saltar o escribir. Estos niños suelen requerir más tiempo para aprender y realizar estas actividades.

Parálisis Cerebral Moderada

Presentan limitaciones funcionales para la marcha, el sentarse, los cambios posturales, la manipulación o el habla. Suelen requerir algún material adaptado para facilitar sus actividades diarias.

Parálisis Cerebral Grave

Manifiestan importantes alteraciones en el equilibrio, la manipulación y la comunicación. La independencia en las Actividades de la Vida Diaria (AVD) está severamente limitada. Los niños dependen de productos de apoyo para su movilidad y cuidado.

Atetosis

La atetosis es un trastorno del movimiento caracterizado por movimientos involuntarios, lentos y sinuosos, predominantemente en las extremidades distales. Sus características incluyen:

  • La lesión se localiza en el sistema extrapiramidal, que controla los movimientos involuntarios, el tono muscular y los estados de vigilia.
  • Se caracteriza por movimientos involuntarios, lentos y sinuosos, predominantemente en las extremidades distales.
  • El tono muscular es fluctuante, alternando entre hipertonía y hipotonía extrema. Alterna movimientos abruptos y mal orientados con posturas rígidas, aunque a diferencia de la espasticidad, estas posturas se mantienen solo fugazmente.
  • Estos movimientos pueden afectar a la lengua, la cara, el cuello, el tronco y las extremidades, pudiendo existir babeo, disartria (articulación imperfecta del lenguaje), etc.
  • No es capaz de mantener posturas estables y sus movimientos son erráticos.
  • La afectación en el lenguaje puede ser muy variable, desde la ausencia total de habla hasta pequeños fallos en la articulación. El habla es descoordinada y carente de ritmo.

Espasticidad

La espasticidad es un trastorno motor del sistema nervioso central caracterizado por un aumento del tono muscular que resulta en una resistencia al estiramiento pasivo, con músculos que se mantienen permanentemente contraídos. Esta contracción provoca rigidez y acortamiento muscular, interfiriendo con los movimientos y funciones. Sus características principales son:

  • Lesión localizada en la vía piramidal, un sistema de vías nerviosas del sistema nervioso central encargado de transmitir los impulsos nerviosos desde la corteza cerebral motora hasta la médula espinal, regulando los movimientos voluntarios.
  • Aumento del tono muscular que se exacerba con los movimientos voluntarios, dando lugar a una hipertonía permanente.
  • Contracción simultánea de los músculos agonistas y antagonistas, lo que provoca mayor rigidez y espasmos.
  • Carece de la alternancia normal de flexión/extensión muscular, por lo que el intento de flexionar o estirar cualquier parte del cuerpo se traduce en un movimiento en bloque.
  • En casos muy graves, puede afectar los órganos de la fonación, mientras que en los más leves produce un habla explosiva.
  • Aumento exagerado del tono muscular: contracción, torpeza y rigidez, con graves interferencias en el movimiento y la postura (incapacidad para estirar los músculos, espasmos musculares al intentar una acción).

Trastornos Asociados a la Espina Bífida

La espina bífida es un defecto congénito de la columna vertebral que puede asociarse a diversos trastornos:

  • Hidrocefalia: Consiste en la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en las cavidades ventriculares en el interior del cerebro, originada por la obstrucción de los canales de drenaje.
  • Problemas visuales: El más común es el estrabismo, frecuentemente asociado a la hidrocefalia, y que aparece en un 25% de los niños hidrocefálicos.
  • Pérdida de sensibilidad por debajo del nivel de la lesión: Disminución de la percepción de sensaciones (presión, temperatura, dolor, propiocepción) en las zonas inervadas por los nervios afectados por debajo del nivel de la lesión.
  • Debilidad o parálisis por debajo de la lesión: La lesión medular afecta a los nervios espinales que se extienden desde la médula espinal hasta los músculos del tronco, brazos y piernas, resultando en debilidad o parálisis.
  • Alteraciones ortopédicas:
    • Cadera:
      • Luxación alta, irreductible (teratológica).
      • Cadera inestable con signo de Ortolani.
      • Deformidad en flexión.
      • Deformidad en rotación externa.
    • Raquis:
      • Lordosis
      • Escoliosis
      • Cifosis
    • Pie: Diversas deformidades del pie.
  • Incontinencia: Afectación del control vesical e intestinal.
  • Problemas de aprendizaje: Dificultades cognitivas y de aprendizaje que pueden variar en severidad.

AD_4nXevFQ7Hj_0CO9twpfzlk0GugbLcveLehZ95ACnp6GGuxaKRYtPBXxy_IQdIdRBO5UIXjRGi52hAt3Ws0H-XmeRjE3J16cTvZsM4H2xDZ7hrX87zySUTFFJ6K_5qGLkd7WdPrAtt4Q?key=V5qqmaU6UTMxyIUtya-aKQ

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *