Exploración Completa de la Piel Humana: Estructura, Capas y Anejos

Piel y Anejos Cutáneos: Estructura y Función

La piel es un órgano delgado y plano, clasificado como una membrana, específicamente la membrana cutánea.

Está compuesta por dos capas principales: una exterior más fina llamada epidermis y otra interna, de mayor grosor, denominada dermis. La epidermis es avascular, mientras que la dermis es un tejido conjuntivo vascularizado y con abundantes terminaciones nerviosas.

A continuación, se le une el tejido subcutáneo o hipodermis, compuesto por tejido conjuntivo laxo y tejido adiposo.

Junto a estas células grasas, se encuentran abundantes fibras de colágeno que le confieren elasticidad y capacidad de desplazamiento sobre estructuras inferiores.

La Epidermis: Capas y Tipos Celulares

La epidermis está formada por varios tipos de células epiteliales:

  • Los Queratinocitos: Están llenos de proteínas duras y fibrosas, denominadas queratinas.
  • Los Melanocitos: Aportan color a la piel y sirven para filtrar la luz ultravioleta.
  • Las células de Langerhans: Se cree que desempeñan un papel limitado en las reacciones inmunológicas que afectan a la piel y pueden servir como mecanismo de defensa.

Capas de la Epidermis

La epidermis se compone de cinco estratos o capas:

  • Capa Córnea: Es la más superficial, compuesta por células escamosas, muertas y en continua renovación. Contienen queratina y no tienen núcleo.
  • Capa Lúcida: La queratina unida a la grasa sirve para evitar la salida o entrada de agua o la pérdida de líquidos corporales.
  • Capa Granulosa: Donde se forma la fibra de queratina.
  • Capa Espinosa: Células ricas en ARN, por lo tanto, ricas en proteínas formadoras de queratina.
  • Capa Basal: Son las más profundas y las únicas que sufren mitosis.

Unión Dermoepidérmica

La zona de separación entre la dermis profunda y la epidermis superficial está formada por una membrana basal, constituida por fibras colágenas y un gel polisacárido único. Es una capa avascular que proporciona apoyo mecánico a la epidermis y actúa como barrera de paso para filtrar grandes moléculas y células que intentan salir al exterior.

La Dermis: Estructura y Componentes

La dermis, también conocida como corion, está formada por dos capas:

  • Una capa papilar fina.
  • Una capa reticular más gruesa.

En ella se encuentran terminaciones nerviosas que registran estímulos especializados como el dolor, tacto, presión y temperatura. Existen también vasos sanguíneos, fibras musculares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas y sebáceas. El abundante riego sanguíneo actúa como termorregulador, además de permitir su uso como medio para inyectar numerosos fármacos.

Capa Papilar

La capa papilar toma su nombre de las papilas, dispuestas en filas sobre su superficie. Entre la superficie esculpida de la capa papilar y el estrato basal está situada la más importante unión dermoepidérmica. La capa papilar y sus papilas están formadas esencialmente por elementos de tejido conjuntivo laxo y una fina red de delicadas fibras colágenas y elásticas.

En la zona de las papilas se encuentran las asas capilares que aseguran el abastecimiento nutritivo de la epidermis avascular, así como también las terminaciones nerviosas independientes, receptores sensoriales y vasos linfáticos.

Capa Reticular

Se trata de una capa densa de fibras colágenas blancas, fuertes y entrelazadas.

Contiene a los folículos pilosos que cuentan con un pequeño haz de músculos involuntarios unidos a ellos: los músculos erectores del pelo.

En la dermis existen zonas cutáneas con millones de terminaciones nerviosas denominadas receptores.

Vasos Sanguíneos Cutáneos

La piel recibe el riego sanguíneo de los vasos perforantes del tejido graso subcutáneo y del músculo, formándose dos plexos vasculares intercomunicados entre sí: un plexo vascular profundo localizado a nivel de la unión dermo-hipodérmica y un plexo vascular superficial localizado en la porción alta de la dermis reticular, desde el cual salen las asas capilares que se distribuyen en la dermis papilar. El flujo sanguíneo cutáneo es de gran importancia en la termorregulación.

Nervios Cutáneos

A nivel cutáneo existen múltiples terminaciones nerviosas que reciben los estímulos externos. Existe un sistema eferente que trae información del sistema nervioso y que es responsable del funcionamiento del sistema vascular y anexial (folículos pilosos y glándulas sudoríparas), derivado del sistema nervioso autónomo simpático; y un sistema aferente (que lleva información de los receptores al sistema nervioso) y es responsable de la sensibilidad cutánea.

El sistema aferente está constituido por terminaciones nerviosas libres (responsables de la sensibilidad a la temperatura, picor y dolor), terminaciones nerviosas relacionadas con el folículo piloso (función mecanorreceptora) y terminaciones encapsuladas, entre las que destacan los corpúsculos de Meissner y de Pacini. Los corpúsculos de Pacini se localizan a nivel de las palmas y plantas y son responsables de la sensibilidad a la presión y vibración. Los corpúsculos de Meissner se localizan a nivel de la dermis papilar de manos, pies y labios y son responsables de la sensibilidad táctil.

Las fibras colágenas de la capa Reticular tienden a seguir una dirección diferente en las distintas zonas de la piel. Su resultado es la formación de las Líneas de Langer o líneas de tensión.

Color de la Piel

El color de la piel se debe a la cantidad de melanina depositada en las células de la epidermis. El número de melanocitos productores de pigmentos, distribuidos por el estrato basal de la epidermis en muchas zonas del cuerpo, es aproximadamente el mismo en todas las razas. Lo que explica la mayoría de las variaciones del color cutáneo es la cantidad de melanina que producen relativamente estas células.

El Pelo: Estructura y Función

Hay pocas zonas de piel sin pelo: las palmas y los labios. El resto está cubierto en mayor o menor abundancia, y con una distribución específica en cuanto a su forma, propia del sexo.

El pelo consta de folículo piloso y tallo piloso, que es lo que sale al exterior.

El folículo, que se encuentra en la dermis, consta de una zona interna llamada Matriz o zona de crecimiento, y unas capas que lo rodean por fuera: una vaina epitelial interna, una vaina epitelial externa y una vaina dérmica, desde dentro hacia fuera. Este folículo, al salir a la superficie de la piel, muestra solo el pelo propiamente dicho (el tallo piloso), que consta de una serie de capas que lo envuelven: Médula, Corteza y Cutícula, desde dentro hacia fuera.

En el folículo desemboca la secreción de las glándulas sebáceas.

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