Optimización y Manejo de Viveros Forestales e Invernaderos para la Producción Vegetal

Introducción a los Viveros Forestales

Definición y Propósito

Se llama vivero a un terreno dedicado a la multiplicación y a la cría de plantas hasta el momento en que están suficientemente fuertes para ser plantadas en el terreno de asiento o ser vendidas. El vivero permite dar a las semillas, estaquillas, injertos y plantas los cuidados que precisan y que son difíciles de dar cuando están en un cultivo extensivo. Las plantas se utilizan principalmente en las repoblaciones forestales.

Tipos de Viveros

  • Viveros Fijos: Tienen una duración ilimitada y no tienen por qué ser para uso forestal ni estar en la zona donde se encuentran. Son de gran extensión y suelen estar cerca de los núcleos urbanos.
  • Viveros Volantes: Están en funcionamiento por un tiempo limitado y sirven para producir plantas de uso forestal de la zona. Cuando esta zona está repoblada, el vivero deja de funcionar. Cultivan un máximo de 3 especies. La ventaja es que cultivan las plantas en el ambiente en el que van a vivir y las semillas suelen ser de la zona.

Factores Clave para la Ubicación de Viveros

La elección de la ubicación está condicionada por:

El Medio Físico: El Suelo

El suelo de los viveros no es un factor limitante porque la mayoría de las plantas se producen en envases. Para las especies de crecimiento rápido, si se siembra directamente sobre el suelo, este debe tener buena permeabilidad y ligera acidez. Sin embargo, lo ideal es un suelo franco y arcilloso porque retiene mejor el agua y las sustancias nutritivas, y permite un óptimo desarrollo radicular. El pH apropiado es entre 5.5 y 6.5. El suelo debe ser rico en humus, lo que favorece la permeabilidad.

El Clima

Lo ideal es que el vivero esté en condiciones más rudas de las que las plantas van a experimentar cuando sean repobladas, para que se endurezcan. Si el clima es demasiado frío, el periodo vegetativo es más corto y las condiciones de trabajo son peores y más dificultosas. Es crucial evitar elementos salinos y tóxicos, así como aguas superficiales que fomenten las malas hierbas. Los métodos para calcular las necesidades de agua se basan en la velocidad de absorción del suelo, la profundidad de riego y las condiciones climáticas (más o menos calurosas).

El Relieve

Se recomienda un terreno amplio, evitando fondos de valles donde existe peligro de heladas y la acción de vientos persistentes.

Componentes de un Vivero

Un vivero consta de tres partes principales:

  • Semillero: Es el lugar donde se siembran las semillas de germinación delicada para obtener las primeras plántulas.
  • Criadero: Algunos días después de la germinación de las semillas (en algunos casos hasta un mes), las plantas se trasplantan a este lugar. Aquí se colocan con mayor espaciamiento para que se desarrollen durante uno o varios periodos vegetativos.
  • Plantel: Es el lugar del vivero donde se trasplantan las plantas procedentes del criadero para obtener grandes desarrollos, o bien donde se plantan las estaquillas para obtener plantones de gran tamaño.

En algunos casos, existe otra parte denominada arboreto, que se destina al cultivo de plantas ornamentales.

Manejo de Invernaderos: Control Ambiental

Ventajas del Cultivo en Invernadero

Las ventajas de utilizar invernaderos son las siguientes:

  • Permite cultivar fuera de época.
  • Aumenta la producción.
  • Mejora la calidad de los cultivos.
  • Favorece una mayor precocidad en el desarrollo de las plantas.
  • Ayuda a evitar plagas y enfermedades.
  • Economiza el uso de agua.
  • Permite prever riesgos catastróficos.
  • Ofrece condiciones de trabajo más cómodas y seguras.

Control de Temperatura Interior: El Efecto Invernadero

El invernadero se calienta por el «efecto invernadero», que consiste en lo siguiente: La cubierta del invernadero deja pasar los rayos de luz, que se transforman en calor al llegar al suelo; el suelo caliente irradia su calor en forma de radiación infrarroja, que es retenida en mayor o menor grado por la cubierta del invernadero, calentando el interior del mismo. Cuando cesa la radiación solar, el invernadero va perdiendo su calor más o menos deprisa, según las características aislantes del material de cobertura.

Durante el día, la temperatura del aire en el interior del invernadero aumenta conforme evoluciona la radiación solar. Durante la noche, el invernadero va perdiendo progresivamente el calor acumulado durante el día, siendo esta pérdida más acelerada cuando el cielo está despejado. Las cubiertas de polietileno térmico o termoaislante reducen la velocidad de enfriamiento. También se reduce la pérdida de calor mediante una cubierta doblada con lámina termoaislante, que se retira durante el día para no dificultar la entrada de radiación solar. Las variaciones térmicas en el interior se amortiguan cuando el volumen del invernadero es grande, por cuyo motivo se tiende a construir invernaderos de mayor altura. En invernaderos con cobertura de lámina plástica no se emplea calefacción, debido a su escaso aislamiento térmico; incluso en invernaderos mejor aislados hay que calcular bien la rentabilidad de la misma. Durante el verano, la temperatura interior puede llegar a ser excesiva si no hay una adecuada ventilación.

Ventilación: Ventanas, Puertas y Orificios

Para regular la ventilación de los invernaderos es necesario dejar un número determinado de huecos o ventanas en las paredes y techumbre del invernadero. Las ventanas colocadas en las paredes laterales son las que más se utilizan, pues aunque las ventanas cenitales son más efectivas para una ventilación rápida, sus detalles constructivos son más difíciles. Las ventanas y demás huecos de ventilación supondrán una superficie del 15 al 20 % del área cubierta por el invernadero. Existen multitud de métodos para construir ventanales en los invernaderos. Algunos de ellos fácilmente mecanizables, como sucede con las ventanas giratorias y las deslizantes. Procedimientos más fáciles, aunque más rústicos, son los de las ventanas enrollables o plegables.

Por su parte, las puertas de los invernaderos deben ser de manejo cómodo, de dimensiones suficientes para que, en su caso, puedan pasar máquinas y con una gran estanqueidad a las corrientes de aire en su cierre. Como para las ventanas, hay varios tipos de puertas, pero las más usuales son las giratorias sobre una arista vertical y las correderas que van colgadas y conducidas entre dos pletinas horizontales. Conviene que las ventanas y demás huecos de ventilación estén cubiertos por una malla mosquitera de hilos de plástico, para conseguir los siguientes beneficios:

  • Hace el efecto de cortaviento, pues evita que el aire penetre violentamente en el interior del invernadero, perjudicando a la instalación y a los cultivos.
  • Permite tener las ventanas abiertas, aunque el viento sea fuerte, y evita la entrada de insectos al invernadero.

Como ya hemos podido imaginar, la labor de las ventanas es asegurar una correcta renovación del aire del interior del invernadero, poniendo en todo momento a disposición de las plantas las cantidades necesarias de oxígeno o dióxido de carbono. Para refrigerar invernaderos sin ventanas se puede utilizar el sistema de refrigeración evaporativa (humidificación Cooling), basada en la absorción de calor por el agua cuando esta se evapora. En una de las paredes del invernadero se colocan unos paneles que se mantienen constantemente humedecidos, y en la pared opuesta se instalan unos ventiladores que extraen el aire del invernadero. El aire del exterior entra a través de los paneles, y al evaporarse el agua que los empapa se produce el enfriamiento del aire entrante. Por otra parte, con este sistema de refrigeración se incrementa la humedad relativa interior a un nivel más adecuado para los cultivos. Se utilizan paneles de viruta de madera y de guata sintética de poco espesor (1 cm) cuya duración es de un año. Se recomienda no separar los ventiladores más de 7-8 metros. La refrigeración que se consigue depende sobre todo de la temperatura y humedad del exterior. La refrigeración es tanto mayor cuanto más elevada sea la temperatura del aire exterior y menor su humedad relativa.

Cobertura de Invernaderos: Transparencia y Difusión de la Luz

Interesa cubrir los invernaderos con un material que deje pasar la máxima radiación solar y que dificulte la salida de los rayos caloríficos, sobre todo durante la noche, cuando no hay aporte de radiación solar. La transparencia y difusión de la luz son cruciales. Los rayos de luz que inciden sobre un medio cualquiera se comportan de la siguiente forma:

  • Algunos rayos de luz cambian de dirección sin atravesar el material, constituyendo la luz reflejada. La cantidad de luz reflejada depende de la naturaleza del material sobre el que incide la luz y del ángulo que forman los rayos incidentes con la superficie reflectora. La reflexión es nula cuando los rayos inciden perpendicularmente a la superficie reflectora, y aumenta a medida que los rayos se inclinan.
  • Otros rayos de luz son absorbidos por el material y se transforman en calor. Estos rayos constituyen la luz absorbida.
  • Finalmente, los rayos que no son reflejados ni absorbidos atraviesan el material y constituyen la luz transmitida o transparencia. La transparencia se indica en tanto por ciento con relación a la radiación solar incidente.

La luz transmitida a través de la cobertura de un invernadero puede actuar, a su vez, de dos formas:

  • Luz Directa: Los rayos luminosos atraviesan el material sin sufrir ninguna desviación con respecto a su dirección inicial.
  • Luz Difusa: Los rayos luminosos que atraviesan el material transparente salen dirigidos en todas las direcciones. Con luz directa, la energía solar se distribuye muy irregularmente, ya que hay zonas excesivamente iluminadas mientras otras permanecen a la sombra, lo que origina un crecimiento irregular de las plantas.

Luz y su Transmisión en Invernaderos (Reiteración de Conceptos)

La luz transmitida a través de la cobertura de un invernadero puede actuar, a su vez, de dos formas:

  • Luz Directa: Los rayos luminosos atraviesan el material sin sufrir ninguna desviación con respecto a su dirección inicial.
  • Luz Difusa: Los rayos luminosos que atraviesan el material transparente salen dirigidos en todas las direcciones. Con luz directa, la energía solar se distribuye muy irregularmente, ya que hay zonas excesivamente iluminadas mientras otras permanecen a la sombra, lo que origina un crecimiento irregular de las plantas.

Nota del editor: Esta sección reitera conceptos ya explicados en «Cobertura de Invernaderos: Transparencia y Difusión de la Luz». Se mantiene para cumplir con la instrucción de no eliminar contenido.

Gestión del Riego en Viveros e Invernaderos

Sistemas de Control de Riego

El riego se puede controlar de diferentes maneras. Los principales sistemas son:

  • Programadores Temporizadores: Se calculan las necesidades de riego y se programa el funcionamiento en intervalos fijos con una separación en el tiempo también fija.
  • Pesada de los Contenedores: Se coloca sobre una balanza un grupo de contenedores, en los que se han calculado los pesos en saturación de agua y en el nivel mínimo de humedad que se decida (normalmente se mantiene la humedad entre pF 1 y pF 1,7). La balanza se conecta a un interruptor que hace que el sistema de riego mantenga el nivel hídrico del sustrato entre los niveles prefijados.
  • Tensiómetros: Son aparatos que, colocados directamente en el sustrato, miden su estado de humedad y a través de ellos se pueden comandar los sistemas de riego. Sus principales defectos son que no controlan todas las variables que intervienen en el estado hídrico del sustrato, y que solo permiten controlar un contenedor por aparato, lo que dificulta un riego conveniente basado en los datos de un único contenedor.
  • Observación Visual: Es uno de los métodos más usados. Aunque se utilice alguno de los métodos de control automáticos, siempre es conveniente contrastar el funcionamiento de la red de riego de esta manera, para así detectar posibles averías y mantener un control permanente sobre la eficacia del plan de irrigación que se esté manejando.

Estrategias de Riego por Fase de Cultivo

La decisión sobre la frecuencia de riegos y el caudal que se aplica en cada riego es una de las principales en la gestión de un vivero. Los riegos se deben aplicar en cantidad suficiente para saturar el sustrato y permitir una pequeña lixiviación (aproximadamente 10%), que arrastre las sales sobrantes de la solución del medio de cultivo. El riego se puede manejar durante las diferentes fases de cultivo para así controlar el crecimiento de las plantas.

  • Fase de Establecimiento: El sustrato debe humedecerse al colocarse en el área de cultivo y el riego debe manejarse para compensar solo el agua perdida por evaporación en la parte superior del contenedor, que es la principal pérdida en esta fase. Para ello, se suelen dar riegos cortos y frecuentes.
  • Fase de Crecimiento Rápido: Cada vez tiene más importancia la transpiración de la planta, con lo que el consumo de agua se extiende por todo el contenedor conforme se extiende el sistema radicular. La aplicación de fertilizaciones en cantidades importantes y el consecuente aumento de la concentración de sales en el medio hace que en los riegos se deba tener en cuenta la necesidad de lixiviar el posible exceso de estas sales.

Condiciones para la Elección de Envases

Un envase debe adaptarse a nuestras necesidades, presupuesto, estructura y espacio disponible, y además cumplir las siguientes condiciones:

  • Que evite la espiralización de las raíces.
  • Que produzca el autorrepicado o lo permita fácilmente.
  • Que no sea costoso.
  • Que permita total o parcialmente la mecanización.
  • Que permita el transporte fácil.
  • Que no oponga resistencia al vaciado.
  • Que exista en diferentes medidas.
  • Que sean resistentes y poco pesados.
  • Que sean cómodos para el traslado y la distribución.

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