Anatomía de la Vista
El sistema visual humano es complejo y se compone de los ojos y sus estructuras accesorias, que trabajan conjuntamente para captar y procesar la información lumínica del entorno.
Órganos Accesorios del Ojo
Los órganos accesorios protegen y facilitan la función del ojo:
- Cejas: Son formaciones de vello situadas sobre los ojos. Su función principal es desviar el sudor de la frente y actuar como una visera natural frente a los rayos solares directos.
- Párpados: Son repliegues móviles de la piel que protegen el ojo. Distribuyen las lágrimas de manera uniforme sobre la superficie ocular, impiden la entrada de objetos extraños y previenen la desecación del ojo al cerrarse.
- Pestañas: Son pelos cortos situados en el borde libre de los párpados. Actúan, junto con las cejas, como filtros solares y, en conjunto con los párpados, como una barrera física que impide la entrada de partículas y objetos extraños al ojo.
- Glándulas lacrimales: Son estructuras exocrinas encargadas de producir lágrimas, una solución acuosa que lubrica, limpia e impide la desecación del ojo. Las lágrimas contienen lisozima, una enzima con propiedades antibacterianas que protege contra infecciones.
- Músculos oculares extrínsecos: Son un conjunto de seis músculos que se insertan en la esclerótica y permiten mover el globo ocular en distintas direcciones, facilitando la captación de estímulos visuales en el entorno y la fijación de la mirada.
Estructura del Globo Ocular
El globo ocular es el órgano principal de la visión y se divide en tres capas o túnicas concéntricas:
Capa Externa (Túnica Fibrosa)
Es la capa más superficial y protectora del ojo.
- Esclerótica: Comúnmente conocida como la «parte blanca del ojo», es una capa dura, opaca y resistente de tejido conectivo denso que protege las estructuras internas del globo ocular y le da forma. En ella se insertan los músculos extrínsecos del ojo. Su parte anterior, visible, está cubierta por la conjuntiva.
- Córnea: Es la porción anterior, transparente y avascular de la capa externa. Es más ancha y abombada que la esclerótica. Su principal función es refractar (desviar) la luz que entra en el ojo, contribuyendo significativamente al poder de enfoque del sistema visual.
- Conjuntiva: Es una membrana mucosa delgada y transparente que recubre la superficie anterior del globo ocular (la esclerótica visible) y la superficie interna de los párpados. Protege y lubrica el ojo.
Capa Media (Túnica Vascular o Úvea)
Esta capa es rica en vasos sanguíneos y pigmentos.
- Coroides: Se encuentra entre la esclerótica y la retina. Es una capa delgada, muy vascularizada y pigmentada (de color oscuro) que nutre a la retina y absorbe el exceso de luz, evitando reflejos internos que podrían distorsionar la imagen.
- Cuerpo ciliar: Es una estructura anular situada en la parte anterior de la coroides, conectada al cristalino mediante las fibras zonulares (o ligamento suspensorio). Contiene el músculo ciliar, cuya contracción y relajación modifican la curvatura del cristalino (proceso de acomodación) para enfocar objetos a diferentes distancias. También produce el humor acuoso.
- Cristalino: Es una estructura biconvexa, transparente, elástica y avascular situada detrás del iris y la pupila. Actúa como una lente que enfoca los rayos de luz sobre la retina para formar una imagen nítida.
- Iris: Es la parte coloreada del ojo, un músculo circular y pigmentado situado bajo la córnea y delante del cristalino. Puede presentar diversos colores (verde, marrón, azul, etc.). Su función es regular la cantidad de luz que entra en el ojo mediante la contracción o dilatación de su orificio central, la pupila.
- Pupila: Es el orificio central del iris que permite el paso de la luz hacia el interior del ojo. Su tamaño varía en respuesta a la intensidad lumínica (miosis en luz brillante, midriasis en oscuridad).
El humor acuoso es un líquido transparente similar al plasma, secretado por el cuerpo ciliar, que llena el espacio entre la córnea y el cristalino (cámaras anterior y posterior). Nutre la córnea y el cristalino y mantiene la presión intraocular.
Capa Interna (Túnica Nerviosa o Retina)
Es la capa más interna y sensible a la luz, donde se inicia el proceso de la visión.
- Retina: Es una capa compleja formada por varias subcapas de neuronas, incluyendo las células fotorreceptoras (conos y bastones), que convierten la luz en impulsos nerviosos.
- Conos: Son fotorreceptores responsables de la visión en condiciones de alta luminosidad (visión fotópica), la percepción de los colores (principalmente rojo, verde y azul) y la agudeza visual (visión detallada). Se estimulan cuando hay luz y se concentran mayoritariamente en la fóvea.
- Bastones: Son fotorreceptores mucho más sensibles a la luz que los conos, responsables de la visión en condiciones de baja luminosidad (visión escotópica o visión nocturna). No distinguen colores, sino diferentes intensidades de luz (brillos). Se estimulan con poca luz.
- Fóvea (o fóvea centralis): Es una pequeña depresión en el centro de la mácula lútea de la retina, donde la agudeza visual es máxima. Contiene una alta concentración de conos, se recibe mucha información y la visión es más clara. Esta zona está situada frente al centro del cristalino, la pupila y la córnea, donde se proyectan las imágenes de los objetos.
- Punto ciego (o papila óptica): Corresponde a la zona de la retina donde el nervio óptico abandona el globo ocular. En esta área no hay fotorreceptores (ni conos ni bastones), por lo que no se percibe la luz que incide sobre ella, creando una «mancha ciega» en el campo visual.
- Nervio óptico: Es un haz de fibras nerviosas (axones de las células ganglionares de la retina) encargado de transmitir la información visual recibida por el ojo hacia el cerebro, donde será procesada.
El espacio posterior al cristalino, que ocupa la mayor parte del globo ocular, está lleno del humor vítreo, una sustancia gelatinosa y transparente que ayuda a mantener la forma del ojo y la posición de la retina.
El Sentido del Equilibrio
El sentido del equilibrio, también conocido como sistema vestibular, nos permite mantener la postura, la orientación espacial y coordinar los movimientos. Se localiza en el oído interno y su control se basa en el movimiento de la endolinfa, un líquido contenido en los canales semicirculares y en el vestíbulo.
Al mover la cabeza, la endolinfa se desplaza por el interior de los canales. Este líquido excita a las células sensoriales (células ciliadas) que se encuentran en su interior, las cuales transmiten esta información hacia el encéfalo. Los canales semicirculares están situados en tres planos distintos del espacio, lo que nos permite captar movimientos y giros realizados en diferentes direcciones. La endolinfa tiende a girar en sentido contrario al movimiento inicial de la cabeza debido a la inercia.
La posición estática del cuerpo y la aceleración lineal se controlan gracias al vestíbulo (que contiene el utrículo y el sáculo). Este contiene células receptoras que detectan la gravedad y el movimiento lineal, transmitiendo la información sobre la postura corporal al encéfalo.
La información generada por estas estructuras se transmite a través del nervio vestibular (parte del nervio vestibulococlear o VIII par craneal) hacia el tronco encefálico y el cerebelo, donde se integra con información visual y propioceptiva para mantener el equilibrio y la coordinación.
Tipos de Fibras Musculares Esqueléticas
Los músculos esqueléticos están compuestos por diferentes tipos de fibras musculares, cada una con características metabólicas y funcionales distintas:
- Fibras tipo I (rojas o de contracción lenta):
- Son resistentes a la fatiga.
- Tienen un alto contenido de mioglobina (que les da el color rojo), pocas miofibrillas en relación con su sarcoplasma y un gran número de mitocondrias, lo que les confiere una gran capacidad para el metabolismo aeróbico.
- Permiten ejercicios aeróbicos (baja intensidad y alta resistencia) y el mantenimiento de la postura.
- Su velocidad de contracción es lenta.
- Fibras tipo II (blancas o de contracción rápida):
- Se fatigan rápidamente.
- Tienen un bajo contenido de mioglobina, muchas miofibrillas y pocas mitocondrias, dependiendo principalmente del metabolismo anaeróbico (glucólisis) para obtener energía.
- Son responsables de movimientos rápidos, potentes y de corta duración (ejercicios anaeróbicos como levantamiento de pesas, sprints).
- Existen subtipos, como las fibras IIa (oxidativas-glucolíticas rápidas, con características intermedias) y las fibras IIx o IIb (glucolíticas puras rápidas).
Componentes de las Articulaciones Sinoviales
Las articulaciones sinoviales son las más comunes y móviles del cuerpo humano. Permiten una amplia gama de movimientos y están caracterizadas por la presencia de una cavidad articular. Sus componentes principales son:
- Superficies articulares: Son los extremos de los huesos que entran en contacto dentro de la articulación.
- Cartílago articular: Es un tejido cartilaginoso hialino, liso y resistente, que cubre y protege las superficies articulares de los huesos. Su función es reducir la fricción entre los huesos durante el movimiento y absorber los impactos.
- Cápsula articular: Es una envoltura de tejido conectivo que cubre toda la articulación, creando una cavidad articular estanca. Se compone de dos capas:
- Membrana fibrosa externa: Es una capa resistente que proporciona estabilidad y evita el movimiento excesivo.
- Membrana sinovial interna: Reviste la cara interna de la cápsula (excepto las superficies cubiertas por cartílago articular) y produce el líquido sinovial.
- Líquido sinovial: Es un fluido viscoso y aceitoso que se encuentra dentro de la cavidad articular. Permite que las articulaciones se muevan sin rozamiento, nutre el cartílago articular y absorbe los choques.
- Ligamentos: Son bandas fuertes y flexibles de tejido conectivo fibroso que unen los huesos entre sí. Refuerzan la cápsula articular, estabilizan la articulación y limitan su movimiento.
- Tendones: Aunque están fuera de la cápsula articular, los tendones (que unen los músculos a los huesos) cruzan las articulaciones y son cruciales para su movimiento y estabilidad. Algunos se unen al hueso muy cerca de la cápsula.
Además de estos componentes, algunas articulaciones sinoviales pueden presentar estructuras adicionales como meniscos (discos fibrocartilaginosos que mejoran la congruencia articular, como en la rodilla) o bolsas sinoviales (pequeños sacos llenos de líquido sinovial que reducen la fricción entre tendones, ligamentos y huesos).