Protocolos de Evaluación y Manejo Inicial en Urgencias: Constantes Vitales y Triaje

Constantes Vitales: Parámetros Esenciales de Salud

Las constantes vitales son parámetros objetivos que nos indican si los órganos vitales funcionan de forma normal o alterada. Son indicadores fundamentales del estado fisiológico de una persona.

Las principales constantes vitales son:

  • Temperatura
  • Respiración
  • Pulso
  • Tensión arterial
  • Presión venosa central

En una persona sana, se mantienen dentro de unos rangos normales, pero pueden cambiar debido a diversos factores:

  • Fisiológicos: edad, sexo, ejercicio, comidas.
  • Ambientales: hora del día, temperatura, altitud.
  • Psicológicos: estrés, emociones.
  • Patológicos: infecciones, hemorragias, quemaduras, deshidratación, etc.

Respiración

La respiración es el intercambio de gases: entra oxígeno en los pulmones en la inspiración y sale CO₂ en la espiración. Al valorarla, hay que fijarse en la frecuencia, el ritmo, la profundidad y la simetría.

Valores Normales de Frecuencia Respiratoria (rpm):

  • Adulto: 12–18 respiraciones por minuto (rpm).
  • Recién nacido: 30–40 rpm.
  • Primer año: 26–30 rpm.

Alteraciones Respiratorias Comunes:

  • Apnea: cese de la respiración.
  • Taquipnea: aumenta la frecuencia (alrededor de 20–24 rpm en adulto).
  • Bradipnea: disminuye la frecuencia (por debajo de 10 rpm).
  • Disnea: dificultad respiratoria.

Para contar la respiración, se suele aprovechar mientras se toma el pulso, sujetando la muñeca como excusa y observando el tórax. Es crucial no decirle a la persona que se va a contar su respiración para evitar que la modifique voluntariamente.

Pulso Arterial

El pulso es el latido que notamos al comprimir una arteria contra un hueso y refleja la contracción cardíaca. Se valoran la frecuencia, el ritmo y la intensidad o tensión del pulso.

Valores Orientativos de Frecuencia Cardíaca (ppm):

  • Bebés: 130–140 pulsaciones por minuto (ppm).
  • Niños: 80–100 ppm.
  • Adultos: 60–80 ppm.
  • Ancianos: 60 ppm o menos.

Se denomina Taquicardia cuando la frecuencia supera las 100 ppm y Bradicardia cuando baja de 60 ppm.

Para tomar el pulso en urgencias, se usan sobre todo las arterias carótida y radial. En la carótida, se colocan el índice y el corazón a ambos lados de la “nuez”, sin usar el pulgar porque tiene pulso propio, y se cuentan los latidos durante un minuto.

Tensión Arterial

La tensión arterial (TA) es la presión de la sangre contra las paredes de las arterias. Se compone de dos cifras:

  • Presión Sistólica o Máxima: Ocurre cuando el corazón se contrae (normal entre 120 y 140 mmHg).
  • Presión Diastólica o Mínima: Ocurre cuando el corazón se relaja (normal entre 60 y 90 mmHg).

En el adulto, se considera normal alrededor de 120/80 ± 10 mmHg.

Hablamos de Hipertensión cuando la máxima es mayor de 140 mmHg o la mínima mayor de 90 mmHg, e Hipotensión cuando la máxima baja de 120 mmHg o la mínima de 60 mmHg.

Nota sin tensiómetro: Si hay pulso radial, la sistólica suele ser mayor de 80 mmHg; si solo hay pulso carotídeo, mayor de 60 mmHg.

Temperatura Corporal

La temperatura es el grado de calor corporal, determinado por el equilibrio entre el calor producido y el calor perdido. Se modifica por la hora del día, la temperatura ambiente, la edad y las hormonas (por ejemplo, el ciclo menstrual).

La medición puede ser axilar, bucal, timpánica o rectal, normalmente con termómetros electrónicos o de infrarrojos.

Rangos de Fiebre:

  • Febrícula: entre 37,1 y 37,9 ºC.
  • Fiebre ligera: entre 38 y 38,4 ºC.
  • Fiebre moderada: desde 38,5 hasta 39,4 ºC.
  • Fiebre alta: de 39,5 a 40,4 ºC.
  • Fiebre muy alta: cuando supera 40,5 ºC, con riesgo para el sistema nervioso central.

Se considera Hipotermia cuando la temperatura baja por debajo de 35 ºC.

Valoración Inicial: Primaria y Secundaria

La exploración inicial sirve para evaluar el estado de la víctima, identificar lesiones o situaciones de peligro, decidir la gravedad y si es necesario el traslado. Esta se divide en valoración primaria y valoración secundaria.

Valoración Primaria

En la valoración primaria se buscan alteraciones que supongan riesgo inmediato para la vida. Se realiza en los primeros minutos de la llamada “hora dorada”, especialmente en los diez primeros minutos (“10 minutos de platino”).

Se centra en tres aspectos cruciales:

  1. Nivel de consciencia.
  2. Respiración.
  3. Posibles hemorragias graves.

Si la persona no responde al hablarle ni a estímulos dolorosos, se considera inconsciente, se pide ayuda y se llama al 112.

Si no ventila o la respiración es muy dudosa, se abre la vía aérea con la maniobra frente-mentón (hiperextensión del cuello para evitar que la lengua obstruya el paso del aire), realizándola en menos de diez segundos. Después se busca si hay hemorragias importantes.

Valoración Secundaria

La valoración secundaria se realiza cuando ya no hay riesgo vital inmediato. Consiste en recoger información y explorar con más detalle.

Aquí es esencial recordar la regla OPUMA para la recogida de datos:

  • O: Qué ha ocurrido (Obtener información del suceso).
  • P: Antecedentes Personales.
  • U: Última ingesta de sólidos o líquidos.
  • M: Medicación habitual.
  • A: Alergias.

También se valora el estado neurológico con la escala AVDN:

  • A: Alerta.
  • V: Responde a estímulos Verbales.
  • D: Responde solo al Dolor.
  • N: No responde.

Se exploran las pupilas (tamaño, reactividad, simetría), la respiración con más detalle, el pulso, la temperatura y el relleno capilar (el color debe volver en dos segundos o menos; si tarda más, puede indicar shock, deshidratación o hipotermia). Finalmente, se palpa el cuerpo de la cabeza a los pies buscando deformidades o dolor.

Resumen de la Valoración Inicial

La exploración inicial valora el estado de la víctima, la gravedad y si necesita traslado, y se divide en valoración primaria y secundaria. La primaria busca problemas con riesgo inmediato para la vida en los primeros minutos de la “hora dorada” (especialmente los “10 minutos de platino”) y se centra en consciencia, respiración y hemorragias graves. Si la víctima no responde a la voz ni al dolor, se considera inconsciente, se pide ayuda y se llama al 112. Si no ventila o la respiración es dudosa, se abre la vía aérea con la maniobra frente-mentón (hiperextensión del cuello para evitar que la lengua obstruya), haciéndola en menos de 10 segundos, y se comprueban hemorragias importantes.

La valoración secundaria se hace cuando ya no hay riesgo vital inmediato e incluye recoger datos con la regla OPUMA (suceso, antecedentes, última ingesta, medicación, alergias), valorar el estado neurológico con AVDN (Alerta, responde a Verbal, responde al Dolor, No responde), observar pupilas, respiración, pulso, temperatura y relleno capilar (debe recuperar el color en ≤ 2 segundos, si no puede indicar shock, deshidratación o hipotermia) y palpar el cuerpo de cabeza a pies buscando deformidades o dolor.

Actuación en Accidentes con Múltiples Víctimas y Triaje

En los accidentes con múltiples víctimas se usa el triaje, que es un sistema de clasificación de heridos según la prioridad de atención. Las amenazas vitales básicas son asfixia, hemorragia y shock. El triaje debe ser rápido, dinámico, completo y seguro.

La sistemática ABC resume el orden de prioridades:

  1. A (Airway): Vía aérea.
  2. B (Breathing): Respiración.
  3. C (Circulation): Circulación y control de hemorragias.

Clasificación por Colores (Tarjetas de Triaje)

Las víctimas se identifican con tarjetas o etiquetas de colores que indican prioridad:

  • Rojo: Críticos que necesitan atención inmediata.
  • Amarillo: Graves que pueden esperar un tiempo.
  • Verde: Leves o deambulatorios.
  • Negro: Fallecidos o lesiones incompatibles con la vida.

Momentos del Triaje

Se distinguen tres momentos de triaje:

  1. Triaje inicial (Lugar del suceso): Hecho por socorristas o personal no sanitario. Solo se realizan maniobras básicas de vía aérea y control de hemorragias.
  2. Segundo triaje (Estabilización): Realizado por personal médico para decidir la evacuación y el hospital de destino.
  3. Tercer triaje (Hospital): Se priorizan los tratamientos según las lesiones.

El protocolo START (Simple Triage And Rapid Treatment) es un método sencillo y rápido que valora si la persona puede caminar, si ventila, cómo está su perfusión y su consciencia, y se usa como primer triaje. En tu temario también se menciona que el personal no sanitario aplicará el protocolo SHORT.

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