Introducción al Sistema Muscular
Para comprender el sistema muscular, es fundamental tener conocimientos de:
- Anatomía: para entender las descripciones anatómicas de los músculos.
- Fisiología: para conocer el comportamiento de los músculos en condiciones normales.
Miología: Estudio de los Músculos
Tipos de Músculo
- Tejido muscular esquelético o estriado: Puede describirse como músculo voluntario o estriado. Es el encargado del movimiento de los esqueletos axial y apendicular, y del mantenimiento de la postura o posición corporal. Además, el músculo esquelético ocular ejecuta los movimientos más precisos de los ojos.
- Tejido muscular liso: Se describe como visceral o involuntario. No está bajo el control de la voluntad. Se encuentra en las paredes de los vasos sanguíneos y linfáticos, el tubo digestivo, las vías respiratorias, la vejiga, las vías biliares y el útero.
- Tejido muscular cardíaco: Este tipo de tejido muscular se encuentra exclusivamente en la pared del corazón. No está bajo el control voluntario, sino por automatismo. El músculo cardíaco se contrae automáticamente a su propio ritmo, unas 100.000 veces al día. No se puede controlar conscientemente; sin embargo, su ritmo de contracción está regulado por el sistema nervioso autónomo, dependiendo de si el cuerpo está activo o en reposo.
Componentes del Músculo Esquelético
El músculo esquelético se compone de:
- Vientre: Es la parte más carnosa del músculo, donde se encuentran las fibras contráctiles.
- Tendones: Son tejido conectivo denso cuya función es unir el músculo al hueso.
Conceptos Básicos de Unión Muscular
Los músculos se unen a los huesos por dos extremos:
- Origen: Es la unión muscular que tiene menor o nula movilidad al contraerse.
- Inserción: Es la unión muscular que manifiesta un mayor movimiento en la contracción.
Un mismo músculo puede tener varios orígenes e inserciones. Las uniones se realizan a través de los tendones.
Funciones del Sistema Muscular
El sistema muscular es responsable de:
- Locomoción: Efectuar el desplazamiento del cuerpo y el movimiento de las extremidades.
- Actividad motora de los órganos internos: El sistema muscular es el encargado de que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones, ayudando, por ejemplo, al sistema cardiovascular.
- Información del estado fisiológico: Por ejemplo, un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso, generando un fuerte dolor, signo del propio cólico.
- Mímica: El conjunto de las acciones faciales, también conocidas como gestos, que sirven para expresar lo que sentimos y percibimos.
- Estabilidad: Los músculos, conjuntamente con los huesos, permiten al cuerpo mantenerse estable mientras permanece en estado de actividad.
- Postura: El control de las posiciones que el cuerpo realiza en estado de reposo.
- Producción de calor: Al producir contracciones musculares, se origina energía calórica.
- Forma: Los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo.
- Protección: El sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo y para los órganos vitales.
Forma de los Músculos
Cada músculo posee una determinada estructura, según la función que realicen. Entre ellas encontramos:
- Fusiformes: Músculos con forma de huso, siendo gruesos en su parte central y delgados en los extremos. También son llamados músculos largos.
- Planos y anchos (Abanicoides): Son los que se encuentran en el tórax y en el abdomen y protegen los órganos vitales ubicados en dichas zonas. Tienen forma de lámina, triangular, cuadrada o rectilínea.
- Circulares o esfinterianos: Músculos en forma de aro. Se encuentran en muchos órganos para abrir y cerrar conductos, por ejemplo, el píloro o el orificio anal. Pueden ser voluntarios o involuntarios.
- Orbiculares: Músculos semejantes a los fusiformes, pero con un orificio en el centro. Sirven para cerrar y abrir otros órganos, por ejemplo, los labios y los ojos.
- Cortos: Se ubican sobre huesos cortos y generan movimientos potentes. Se encuentran en las palmas de las manos, plantas de los pies, mandíbula, etc.
Cuidado del Sistema Muscular
Para mantener el sistema muscular en óptimas condiciones, se recomienda:
- Dieta equilibrada: Con dosis justas de glucosa, que es la principal fuente energética de nuestros músculos.
- Evitar el exceso en el consumo de grasas: Ya que no se metabolizan completamente, lo que puede producir sobrepeso.
- Ejercicio físico regular: El ejercicio muscular produce que los músculos se desarrollen, aumenten su fuerza y volumen, adquieran elasticidad y contractilidad, y resistan mejor la fatiga. Además, el ejercicio ayuda al desempeño de los órganos, aumenta el volumen torácico y mejora la respiración y la circulación sanguínea, ampliando el tamaño de los pulmones y del corazón.
Enfermedades del Sistema Muscular
Las enfermedades que afectan al sistema muscular pueden ser causadas por algunos virus que atacan directamente al músculo. También se experimentan dolencias por cansancio muscular, posturas inadecuadas, ejercicios bruscos o accidentes.
Algunas enfermedades y dolencias que afectan al sistema muscular son:
- Desgarro: Ruptura del tejido muscular.
- Calambre: Contracción espasmódica involuntaria que afecta a los músculos superficiales.
- Esguince: Lesión causada por un daño moderado o total de las fibras musculares.
- Distrofia muscular: Degeneración de los músculos esqueléticos.
- Atrofia: Pérdida o disminución del tejido muscular.
- Hipertrofia: Crecimiento o desarrollo anormal de los músculos, lo que puede producir en algunos casos serias deformaciones. No obstante, la hipertrofia muscular controlada es uno de los objetivos del culturismo.
- Poliomielitis: Conocida comúnmente como polio. Es una enfermedad causada por un virus que ataca al sistema nervioso central y ocasiona que los impulsos nerviosos no se transmitan, lo que lleva a la atrofia de las extremidades.
- Sarcopenia: Pérdida de la capacidad de fuerza muscular que se produce con el paso de la edad.
Estructura del Sistema Muscular a Nivel Micro
En la estructura básica del músculo, podemos diferenciar las siguientes partes (Wilmore y Costill, 2004):
- Epimisio: Es el tejido conectivo exterior que recubre el músculo.
- Perimisio: Es el tejido conectivo exterior que envuelve los haces o fascículos de fibras que conforman el músculo.
- Endomisio: Es el tejido conectivo que recubre las fibras musculares, también conocidas como células musculares individuales.
Fibras Musculares
Cada fibra está rodeada por una membrana de plasma, denominada sarcolema.
En el extremo de cada fibra muscular, su sarcolema se une con el tendón; y los tendones, como cuerdas fibrosas de tejido conectivo, transmiten la fuerza generada por las fibras musculares, creando el movimiento.
La fibra muscular está formada a su vez por subunidades más pequeñas denominadas miofibrillas. En el interior de cada fibra encontramos más de mil miofibrillas.
Las fibras musculares son células con capacidad contráctil, de las que está compuesto el tejido muscular.
Estas fibras se dividen en fibras rápidas, fibras lentas y fibras intermedias.
Cada una de estas posee una forma determinada de contraerse; la distribución de estas en el cuerpo humano determinará el rendimiento en una actividad física determinada.
Tipos de Fibras Musculares
Fibras Rápidas o Tipo II-B
- Este tipo de fibras tienen un mayor diámetro y mayor cantidad de miofibrillas, generando mayor fuerza en el músculo.
- Su principal vía para obtener energía es la glucolítica.
- Debido a su velocidad de contracción elevada y su necesidad de ATP para estas contracciones, se fatigan con gran facilidad.
- Por tanto, este tipo de fibras tendrá un metabolismo energético principalmente anaeróbico, adecuado para actividades de gran intensidad y corta duración.
- Los deportes en los que destacan este tipo de fibras son: corredores de velocidad (en carreras cortas), deportes de fuerza, etc.
Fibras Lentas o Tipo I
- Este tipo de fibras tienen un diámetro bastante más pequeño que las fibras rápidas.
- Además, poseen una velocidad de contracción mucho más lenta.
- Debido a su menor velocidad de contracción y a un mayor suministro de oxígeno, se fatigan con menor facilidad.
- El principal metabolismo energético de este tipo de fibras es aeróbico.
- Los deportes en los que destacan este tipo de fibras son los que poseen una larga duración y una gran resistencia (corredores de larga distancia como maratonianos).
Fibras Intermedias o Tipo II-A
- Este tipo de fibras son una mezcla de las dos anteriores.
- Son más resistentes a la fatiga que las fibras rápidas, pero también pueden contraerse a una velocidad elevada.
Genética y Distribución de Fibras
La distribución de los tipos de fibras en el organismo estará condicionada en gran parte por nuestra carga genética. Sin embargo, con el acondicionamiento físico se pueden producir adaptaciones en los tipos de fibras.
Por tanto, un atleta de élite, casi con toda seguridad, será la persona que escoja el deporte que mejor se adapte a la predisposición genética de su tipo de fibras.
Por ejemplo, un gran velocista será aquel que genéticamente predisponga un mayor porcentaje de fibras rápidas.