Explorando la Sangre: Composición y Funciones Esenciales
La sangre es un líquido viscoso de sabor salado que recorre el interior de los conductos del aparato circulatorio. Este fluido vital desempeña distintas funciones:
- Transporta nutrientes y oxígeno.
- Recoge los productos de desecho formados en el metabolismo celular.
- Interviene de manera fundamental en la defensa del organismo contra las infecciones.
- Transporta hormonas (moléculas muy importantes en el control de las funciones del organismo).
- Participa en la regulación de la temperatura.
Constituyentes Fundamentales de la Sangre
La sangre está constituida por los siguientes componentes principales:
- El Plasma Sanguíneo: De color amarillento, está compuesto principalmente por agua, en la que se encuentran disueltos varios tipos de moléculas.
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Las Células Sanguíneas: Se clasifican en:
- Eritrocitos, glóbulos rojos o hematíes: Presentan forma de disco y carecen de núcleo. Contienen hemoglobina, proteína esencial para el transporte de oxígeno.
- Leucocitos o glóbulos blancos: Existen varios tipos, que se agrupan en:
- Granulocitos.
- Agranulocitos (que a su vez se dividen en linfocitos y monocitos).
- Trombocitos o plaquetas: Son fragmentos celulares que contienen sustancias que permiten la coagulación de la sangre, previniendo hemorragias.
El Recorrido de la Sangre: Componentes Clave del Sistema Circulatorio
El Corazón: Motor del Sistema
El corazón es el “motor” del sistema circulatorio. Es un órgano cuya función esencial es el bombeo para impulsar la sangre y aportar así el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida celular, lo que supone en definitiva la actividad vital de todo el organismo.
Las Arterias: Conductos de Salida
Las arterias conducen la sangre que sale de los ventrículos. Se distinguen dos tipos principales según la circulación:
- Las arterias de la circulación mayor: conducen la sangre rica en oxígeno, procedente del ventrículo izquierdo, hasta todos los órganos.
- Las arterias de la circulación pulmonar: por el contrario, transportan sangre pobre en oxígeno, desde el ventrículo derecho hasta los pulmones.
Generalmente, las arterias poseen gran cantidad de tejido elástico, que les permite dilatar sus paredes y recibir la sangre que sale del corazón, resistiendo la gran presión sanguínea.
Las Venas: Conductos de Retorno
Las venas muchas veces están provistas de válvulas que permiten que la sangre circule en dirección al centro del cuerpo, impidiendo el reflujo sanguíneo. Exceptuando las del sistema pulmonar, las venas conducen la sangre pobre en oxígeno desde los distintos tejidos corporales hasta el corazón.
Los Capilares: Zonas de Intercambio
Los capilares arteriales y venosos unen las arterias a las venas y forman inmensas redes alrededor de los tejidos. Están constituidos por una sola capa de células, y en ellos la circulación es muy lenta. A través de sus delgadas paredes tiene lugar el proceso de intercambio de nutrientes y gases con los tejidos irrigados.
Dinámica Cardíaca: Los Movimientos del Corazón
El corazón realiza un movimiento de contracción-dilatación para impulsar la sangre y lograr que esta llegue a todos los rincones de nuestro cuerpo.
El corazón, al contraerse (movimiento de sístole), proyecta la sangre con fuerza hacia las arterias. Por el contrario, cuando se distiende o relaja (diástole), vuelve a llenarse de sangre.
Fases del Ciclo Cardíaco: Diástole y Sístole
Diástole
La diástole es la fase del movimiento cardíaco durante la cual los ventrículos se dilatan y se llenan de sangre procedente de las aurículas que, en este periodo, experimentan una contracción que las vacía. Durante la diástole, se produce la oxigenación del músculo cardíaco por medio de las arterias coronarias.
Sístole
La sístole es la fase en que se contraen los ventrículos y la sangre es impulsada hacia las arterias. Al iniciarse la contracción ventricular, aumenta mucho la presión en los ventrículos, lo que hace que se cierren las válvulas tricúspide y mitral y, al mismo tiempo, provoca la abertura de las válvulas sigmoideas para que la sangre pueda fluir a través de las arterias.
Cuando las aurículas se contraen, los ventrículos se relajan, y viceversa.
El Ciclo Cardíaco Detallado
Todos estos movimientos forman lo que se conoce como ciclo cardíaco que, esquemáticamente, es:
- Al contraerse los músculos de las aurículas, se abren las válvulas mitral y tricúspide, y los ventrículos se llenan de sangre (sístole auricular).
- Una vez llenos, los ventrículos se contraen y se vacían a través de la arteria aorta (ventrículo izquierdo) y de la arteria pulmonar (ventrículo derecho) (sístole ventricular).
Después de haberse vaciado de sangre, el corazón está distendido y se llena de nuevo de sangre, hasta que la presión de esta sobre las válvulas de las aurículas inicia otra vez el proceso que hemos descrito.
Los Circuitos de la Vida: Tipos de Circulación Sanguínea
Circulación Mayor o Sistémica
La sangre oxigenada es impulsada desde la aurícula izquierda hacia el ventrículo izquierdo, y de allí pasa a la arteria aorta. Esta se bifurca en arterias de menor calibre, arteriolas y capilares; así, la sangre recorre toda la superficie corporal y deja a su paso el oxígeno en las células. A su vez, la sangre se carga del dióxido de carbono producido en las células, por lo que se transforma en sangre carboxigenada. Los capilares arteriales se prolongan con los venosos, los cuales se reúnen en vasos de cada vez mayor calibre hasta formar las venas cavas superior e inferior. Estas venas llevan la sangre carboxigenada hasta la aurícula derecha. Allí termina la circulación mayor y comienza la circulación menor.
Circulación Menor o Pulmonar
La sangre carboxigenada pasa de la aurícula derecha al ventrículo derecho, y de allí es impulsada hacia la arteria pulmonar. Esta arteria lleva la sangre directamente a los pulmones. En los alvéolos pulmonares, tiene lugar el intercambio gaseoso o hematosis, y la sangre, ahora oxigenada, vuelve a la aurícula izquierda a través de las venas pulmonares, donde finaliza la circulación menor.