El Sistema Inmunitario: Mecanismos de Defensa y Tipos de Inmunidad

El sistema inmunitario realiza dos funciones principales:

  • Función defensiva: Protege al organismo del asedio de enemigos externos.
  • Función homeostática: Mantiene un equilibrio dinámico entre las distintas células, estableciendo un equilibrio en la proliferación.

Este sistema agrupa dos tipos de estrategias:

  • Sistema inmunitario innato: Es un mecanismo de defensa inespecífico, pero con capacidad para diferenciar lo propio de lo ajeno.
  • Sistema inmunitario adaptativo: Es el verdadero sistema inmunitario, exclusivo de los vertebrados, que se caracteriza por presentar:

Concepto de Antígeno y Anticuerpo

Un antígeno es cualquier microorganismo o sustancia producida por ellos, extraña a un organismo, que, introducida en su interior, provoca una respuesta del sistema inmunitario, estimulando la producción de anticuerpos.

Los anticuerpos son proteínas pertenecientes al grupo de las gamma-globulinas o inmunoglobulinas (Ig), capaces de transferir inmunidad, reconocer específicamente a los antígenos y fijarse a ellos para anular su actividad dañina.

Estructura, Tipos y Función de los Anticuerpos

Estas proteínas están constituidas por la asociación de cuatro cadenas polipeptídicas unidas entre sí por puentes disulfuro, cuya estructura es en forma de Y; dos cadenas se denominan pesadas y las otras dos ligeras. A su vez, cada una de las cadenas ligeras y pesadas incluye una región variable, cuya secuencia de aminoácidos es específica de cada anticuerpo y que conforman el sitio de unión al antígeno (paratopo), y una región constante.

Barreras Defensivas Inespecíficas: Respuesta Innata

Barreras externas

Primera línea de defensa: Piel, secreciones mucosas, lisozima.

Células fagocitarias

Segunda línea de defensa. Son los mecanismos que se ponen en marcha cuando los patógenos superan la primera línea de defensa. Los fagocitos son células que pueden destruir sustancias extrañas y células envejecidas, a las que engloban con sus pseudópodos.

Respuesta inflamatoria

La reacción inflamatoria es la primera respuesta de los tejidos infectados frente a los microbios invasores. En la zona aumenta el flujo sanguíneo por la dilatación de los capilares. Ello se traduce en un enrojecimiento de la piel y aumento de la temperatura en la zona. Se incrementa la permeabilidad de los vasos sanguíneos facilitando la salida de fagocitos, proteínas del complemento, anticuerpos y otras enzimas que ejercen sus respectivas acciones. Después se acumulan restos celulares, bacterias y leucocitos que constituyen el pus. Puede ocurrir que se eleve la temperatura del organismo (fiebre) favoreciendo la movilidad de los leucocitos y dificultando el desarrollo de las bacterias, alejadas de su temperatura óptima de crecimiento. El acúmulo de proteínas, agua y sales minerales en la zona provoca un aumento de volumen lo que constituye la típica hinchazón o inflamación (edema), con la afectación de las terminaciones sensoriales.

Defensas específicas

Tercera línea de defensa. Las defensas específicas se basan en el reconocimiento de los determinantes antigénicos localizados en la superficie del germen patógeno o en las toxinas producidas por éstos. Es un mecanismo específico y adaptativo que deja memoria inmunológica. Esta línea de defensa implica la actividad de los linfocitos.

  1. La respuesta humoral, basada en la síntesis de anticuerpos por los linfocitos B.
  2. La respuesta celular, mediada por linfocitos T, que destruyen los microorganismos portadores de dicho antígeno, y las células propias si están infectadas por ellos.

La respuesta humoral es desarrollada por los linfocitos B, que maduran en la médula ósea. La respuesta celular implica especialmente a los linfocitos T.

Los linfocitos B se activan ante la presencia del antígeno y se encargan de elaborar un anticuerpo específico. Sin embargo, no empiezan a producir este anticuerpo mientras no reciban la señal de los linfocitos T auxiliares.

Respuesta Humoral y Memoria Inmunológica

Cuando un antígeno es reconocido por primera vez, la respuesta inmunitaria adaptativa se denomina primaria. Los primeros anticuerpos producidos son del tipo IgM y, posteriormente, se generan anticuerpos del tipo IgG. Al finalizar la respuesta inmunitaria primaria, la concentración de anticuerpos llegará a ser tan baja que serán difícilmente detectables en la sangre.

Las células de memoria, producidas como consecuencia de la selección clonal, persistirán en los tejidos linfoides y mantendrán su capacidad de reconocer a su antígeno, sobreviviendo sin dividirse durante meses o años. Cuando el mismo antígeno accede de nuevo al organismo y es reconocido por las células de memoria, rápidamente se inicia la respuesta secundaria. La presencia de las células de memoria hace que la respuesta secundaria sea mucho más rápida que la primaria. Algunas de las células de memoria se dividirán rápidamente produciendo células plasmáticas, responsables de la respuesta secundaria, y éstas perpetuarán de nuevo la memoria inmunológica.

Tipos de Inmunidad

Se conoce con el nombre de inmunidad la capacidad que tienen los animales de ser invulnerables a una determinada enfermedad infecciosa. Existen diferentes tipos de inmunidad:

  • Inmunidad natural congénita
  • Inmunidad natural pasiva
  • Inmunidad natural activa o adquirida
  • Inmunidad artificial activa
  • Inmunidad artificial pasiva

La vacunación es una medida preventiva o profiláctica, cuyos efectos tienen un tiempo de demora, en el que la persona forma sus defensas. La sueroterapia es una inmunización pasiva. Consiste en la administración de sueros con anticuerpos extraídos de humanos o animales que han estado en contacto con el agente patógeno. Es un tratamiento terapéutico o curativo, útil a corto plazo cuando el individuo está padeciendo la enfermedad.

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