La Evolución Biológica y el Origen Humano
El Hecho de la Evolución: Un Consenso Científico
Hasta principios del siglo XIX, la biología sostenía que las especies de seres vivos existentes eran independientes e inmutables, y que todas ellas habían permanecido a lo largo del tiempo con las mismas características. Esta teoría recibe el nombre de fijismo, defendida por naturalistas como Linneo y Cuvier.
Sin embargo, diversas evidencias como las similitudes entre las distintas especies, la anatomía comparada, la diversidad de especies en zonas geográficamente alejadas y los registros fósiles, son indicios suficientes para afirmar que existe una evolución de las especies. En la actualidad, el evolucionismo es un hecho ampliamente aceptado por la comunidad científica.
Teorías Clave de la Evolución
A partir de las obras de Jean-Baptiste Lamarck y de Charles Darwin, la mayoría de los biólogos sostienen que el universo y la vida en todas sus manifestaciones —incluyendo todas las especies— son el resultado del cambio y la adaptación. Esta teoría recibe el nombre de evolucionismo y defiende que las especies de seres vivos actuales proceden de otras que han desaparecido, y estas a su vez de otras, hasta llegar a unos primeros organismos vivos que proceden de la materia. Para el evolucionismo, todos los seres vivos, desde las células procarióticas hasta el ser humano, pertenecen a una única y gran familia que se ha desarrollado en el transcurso de la historia de la Tierra.
El Lamarckismo: La Herencia de los Caracteres Adquiridos
Lamarck, uno de los primeros científicos en defender esta teoría, explicaba la evolución por las variaciones que sufren los organismos vivos bajo la influencia del medio ambiente, al provocar el uso o desuso de determinados órganos. El medio crea unas necesidades que provocan unas determinadas costumbres, las cuales llevan a utilizar, o a dejar de utilizar, ciertos órganos. Los órganos que se utilizan mucho se desarrollan; los que no, se atrofian. Las variaciones obtenidas de esta manera se transmiten a los descendientes, dando origen a nuevas especies.
El Darwinismo: Lucha por la Existencia y Selección Natural
Darwin explicó la evolución a partir de los conceptos de lucha por la existencia y de selección natural. En la naturaleza, el número de individuos de cada especie se mantiene más o menos estable, puesto que solo sobreviven y se reproducen ciertos individuos. Los individuos de una especie nunca son exactamente iguales, sino que presentan ciertas variaciones que favorecen o dificultan la adaptación al medio. Estas variaciones no son ni ventajosas ni perjudiciales per se; no persiguen ningún fin ni ningún mejoramiento, sino que son producto del azar. En la lucha por la existencia, sobreviven y se reproducen solo los más aptos, es decir, los individuos que han sufrido variaciones que les permiten adaptarse mejor al medio, mientras que los que han obtenido variaciones desfavorables son eliminados. En esto consiste la selección natural.
El Evolucionismo Moderno: Del Neodarwinismo a la Genética de Poblaciones
Tanto la posición de Lamarck como la de Darwin planteaban un problema: ¿por qué determinadas variaciones de los seres vivos eran hereditarias y otras no? La razón de esta deficiencia hay que situarla en la imposibilidad científica de distinguir en esa época entre modificaciones (cambios medioambientales que no son hereditarios) y mutaciones (alteraciones que se producen en los genes). Esta distinción fue posible gracias a los trabajos de Mendel y Hugo de Vries.
La Teoría Sintética de la Evolución (Neodarwinismo)
Esta teoría integra los principios darwinistas con los avances de la genética. Sus puntos clave son:
- Las mutaciones son relativamente frecuentes en todas las especies y se producen al azar, de manera que no persiguen ninguna meta ni son finalistas.
- La selección natural actúa sobre estas mutaciones: los individuos con genes desfavorables desaparecen, mientras que sobreviven y se reproducen aquellos cuyos genes les hacen más aptos para adaptarse al medio.
- Las mutaciones ventajosas se perpetúan por medio de la herencia, ya que solo los mejor adaptados sobreviven y transmiten dichas variaciones a sus descendientes. A lo largo de generaciones, esas variaciones favorables se acumulan y transforman progresivamente a los organismos.
Factores de la Evolución según la Genética de Poblaciones
En los últimos años, a la teoría sintética se le han añadido las aportaciones de la genética de poblaciones, que describe cuatro factores principales que explican la evolución:
- La tasa de mutación de un gen.
- La deriva genética.
- Las migraciones de individuos de una población a otra.
- La selección natural.
La Evolución Humana: El Proceso de Hominización
Definiendo la Hominización: Del Primates al Homo Sapiens
Todos los seres vivos proceden de otros por evolución. Se entiende por proceso de hominización «el conjunto de pasos que llevan a la aparición del ser humano a partir de otros seres vivos, en concreto, a partir de otros primates».
El ser humano actual pertenece al grupo de los primates. La conocida expresión que afirma que «el hombre desciende del mono» no es correcta. Dentro de los primates, el ser humano pertenece al grupo de los haplorrinos y, dentro de él, al de los catarrinos. Entre los catarrinos, forma parte del grupo de los hominoideos, como los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y las diversas especies de gibones.
El Árbol Filogenético de los Homínidos y la Cuna de la Humanidad
En España, se han encontrado en la Sierra de Atapuerca (Burgos) una gran cantidad de fósiles de homínidos, lo que la convierte en un sitio clave para el estudio de la evolución humana.
La cuna de la humanidad se sitúa en África, donde la historia del ser humano comenzó hace aproximadamente cinco millones de años, específicamente en el Valle del Rift, Kenia.
La Construcción de la Identidad Humana: Naturaleza y Cultura
El Ser Humano como Ser Natural: Bipedismo y Desarrollo Cerebral
El ser humano posee unas características fisiológicas y, como consecuencia de ellas, unos rasgos específicos que explican en parte su modo de vivir. Pero, además, posee una segunda naturaleza: la cultura, que es la que le hizo dar el paso definitivo de homínido a humano.
La identidad humana se construye desde la dialéctica naturaleza-cultura.
La característica más significante en la evolución humana es el bipedismo, es decir, caminar sobre dos piernas. Gracias a este hecho se han producido cambios que han contribuido a la aparición de los humanos actuales. Todos estos cambios se produjeron lentamente durante el proceso de evolución y están interrelacionados, implicándose mutuamente:
- El desarrollo cerebral.
- La liberación de las manos.
- La construcción de herramientas.
Rasgos Específicos del Ser Humano: Herramientas y Lenguaje
Las características fisiológicas le permiten adaptarse al medio, adaptando el medio a sus necesidades. Los rasgos específicos más importantes son:
- La posibilidad de crear útiles artificiales: Con la producción de estos útiles comienza propiamente la cultura humana, lo que le otorga más posibilidades que a los demás seres vivos.
- El lenguaje: Pensamiento y lenguaje están íntimamente unidos. Gracias al lenguaje, el ser humano dota de sentido a la realidad y puede comunicar su experiencia de esta a los demás mediante la palabra.