La Dieta de la Luna fue creada por Rolando Ricci, y se basa en la influencia que ejerce la luna sobre cada organismo. Considerando que el cuerpo humano contiene agua, entre otros componentes, y que estos líquidos tienden a seguir el mismo ritmo que los océanos (cuyas mareas están influidas por la luna y sus fases), se propone realizar ayunos durante las fases lunares para potenciar su efecto adelgazante y depurador.

Desde hace varios años, la Dieta de la Luna ha ganado fama mundial, ya que no solo permite bajar hasta 3 kilos al día realizando un ayuno de 26 horas en fase lunar, sino que además el ayuno permite que repose tu aparato digestivo y ayuda al hígado a metabolizar mejor las sustancias nocivas, logrando así desintoxicar el cuerpo. Al mismo tiempo, purifica otros órganos, lo que influye en llevar más oxígeno al cerebro, ayudando a mejorar la memoria.

Además, ayuda a combatir el acné, dejando una piel limpia de impurezas, sana y luminosa. Si padeces de retención de líquidos, esta dieta puede ser útil, ya que ayuda a eliminar los líquidos sobrantes del organismo naturalmente. En el plano psicológico, ayuda a reflexionar sobre los hábitos alimenticios y a aprender a relajarnos. El ayuno rejuvenece y alarga la vida.

¿Cómo se realiza la Dieta de la Luna?

La Dieta de la Luna se realiza en fases lunares, con un ayuno de 26 horas por cada fase. La baja de peso es más efectiva en Luna Nueva y Luna Llena. Es importante empezar a la hora exacta en que el calendario lunar indica que empieza la fase. Durante estas fases, se debe hacer un ayuno estricto, consumiendo solo líquidos (sin azúcares) y nada de sólidos. Es crucial no tomar solo agua, sino también obtener la dosis diaria de potasio (2000 mg diarios) junto a otros minerales, lo cual se logra consumiendo caldos de verduras y jugos de frutas. La carencia de potasio puede producir calambres.

En Cuarto Creciente y Cuarto Menguante, se realiza un medio ayuno, que significa comer algunos sólidos a escoger de un menú durante las 26 horas. Este medio ayuno es más para mantenimiento y para seguir ayudando al organismo a desintoxicarse.

Síntomas que puedes experimentar durante el ayuno

Esta dieta se puede comenzar en cualquier fase, hacer solo una al mes o todas. Si es la primera vez que la haces, es recomendable comenzar con el medio ayuno, ya que con el ayuno total podrías experimentar más síntomas, primero por la falta de costumbre y segundo porque tu cuerpo, acostumbrado a ciertos alimentos, se revelará ante la ausencia de ellos. Por lo tanto, es mejor empezar por el medio ayuno mientras te acostumbras.

Durante casi todos los períodos de ayuno, alternan períodos de abundante energía e intervalos de fatiga. Esto se debe a los ritmos de toxinas que penetran a la sangre y salen de ella para eliminarse a través de la piel, orina e intestinos, así como a cambios hormonales y metabolismo.

Es importante tener en cuenta que los ayunos de la Dieta de la Luna no son mágicos. Debes cuidar la calidad y cantidad de alimentos en los días anteriores y posteriores al ayuno. Puedes guiarte por la Pirámide de alimentos.

Los efectos más notables dependerán del tiempo que dure tu ayuno, así como del descanso que practiques mientras lo llevas a cabo. Los síntomas pueden ser similares de una persona a otra y se deben al efecto purificador: las toxinas son extraídas de los tejidos, llevadas al torrente sanguíneo para luego ser expulsadas del cuerpo.

Durante esos períodos, puedes experimentar:

• Debilidad física
• Mareos
• Dolores leves de cabeza

Esto ocurre hasta que la glucemia (la cantidad de glucosa, azúcar en la sangre) se estabiliza.

Beneficios del Ayuno

Los siguientes enlaces te mostrarán que el ayuno, sabiéndolo hacer con responsabilidad, solo aporta beneficios.

Incluida una investigación del Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain, en Utah, Estados Unidos, donde descubrieron que ayunar periódicamente podría ser bueno para la salud y el corazón.

Este Instituto informa que el ayuno no solo reduce el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes, sino que también provoca cambios importantes positivos en los niveles de colesterol de una persona. Esto sumado a realizar ejercicio periódicamente, comer sanamente, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.