Comida atorada en el esófago

Aparato circulatorio: conjunto de los sistemas cardiovascular y linfático.

Aparato locomotor: conjunto de los sistemas esquelético, articular y muscular. Estos sistemas coordinados por el sistema nervioso permiten la locomoción.

Aparato reproductor: los órganos sexuales.(Masculinos y Femeninos)

Aparato respiratorio: los órganos empleados para la respiración son los pulmones. Dentro de los cuales podemos encontrar los Bronquiolos, cilius etc.

Aparato excretor: eliminación de residuos del cuerpo mediante la orina.

Aparato digestivo: procesado de la comida, boca, esófago, estómago, intestinos y glándulas anejas.

Masticación y deglución

Al llevar a la boca y masticar el alimento se produce una abundante secreción de saliva, esto se debe a una acción refleja congénita o incondicionada. La secreción de saliva es una respuesta a la estimulación directa de las células del gusto o de la mucosa bucal.

La secreción de la saliva se produce también de otra forma. La boca «se hace agua» a la vista del alimento o al advertir el olor e, incluso, ante la sola idea de la comida, especialmente cuando tenemos hambre. Los experimentos de Pavlov demuestran que en el reino animal existe también relación entre los conceptos abstractos y la secreción salival en conductas aprendidas.

[editar] La Saliva

En efecto, aunque en la saliva no hubiera ptialina, ello no representaría un gran daño para el organismo. En el intestino se derraman normalmente otros jugos mucho más poderosos, en lo que se refiere a la digestión de los carbohidratos; en la práctica, éstos no tienen en cuenta la labor realizada por la ptialina y son capaces de descomponer las moléculas más grandes en unidades más pequeñas directamente absorbibles. La saliva sirve, principalmente, para «mojar» el alimento y hacerlo pastoso y más fácil de tragar; mantiene además la boca limpia, impidiendo que partículas de comida se queden entre los dientes y demás cavidades. La saliva juega también un papel esencial en la emisión de la voz.

La masticación

Durante la masticación, los labios, la mandíbula, las mejillas y la lengua trabajan con una notable coordinación de movimientos. Los dientes incisivos penetran en el alimento y lo sostienen, mientras que las manos lo halan, para desgarrarlo. La misión de triturarlos queda reservada a los molares. Las mandíbulas además de tener la capacidad de cerrarse con notable fuerza, realizan también movimientos laterales, que ayudan a moler cada vez más finamente el alimento.

La deglución

La deglución es un proceso bastante complicado. La comida, en efecto, para pasar de la boca al esófago, debe atravesar la faringe; en ésta convergen otras vías: las cavidades nasales, laríngea, esofágica y la oral. La faringe constituye, pues, el cruce de dos importantes líneas de paso: la primera transporta el aire, y va desde la parte más interna de las cavidades nasales hasta la laringe y, de aquí, hasta los pulmones; la otra, por la que pasa la comida, va desde la cavidad oral hasta el esófago.

Fases de la deglución

  • La primera fase de la deglución, durante la cual la comida pasa desde el dorso de la lengua hasta el istmo de las fauces, es controlada por la voluntad; las fases sucesivas, durante las cuales la comida atraviesa la faringe, tienen lugar automáticamente.
  • El paladar blando, al elevarse, cierra el orificio que pone en comunicación las cavidades nasales con la faringe, impidiendo, de esta forma, que el aire pueda entrar y arrastrar la comida hacia la laringe.
  • Esta última se cierra luego, oportunamente, por el simultáneo descenso de la epiglotis y la elevación de la laringe de modo que al bolo alimenticio no le queda otra posibilidad que elegir la única vía que permanece abierta, o sea, la que conduce al esófago.
  • Una vez que entra en contacto con las paredes musculares del canal esofágico, el bolo provoca una onda peristáltica de contracción que recorre el tubo en toda su longitud, haciendo avanzar la comida hasta la válvula que cierra la entrada superior del estómago, llamada cardias.

Esmalte dental: es un tejido formado por hidroxiapatita y proteínas (en muy baja proporción). Es el tejido más duro del cuerpo humano. En zonas donde el esmalte es más delgado o se ha desgastado, puede ser sumamente sensible. El esmalte es translúcido, insensible al dolor pues en el no existen terminaciones nerviosas. Con el flúor se forman cristales de fluorhidroxiapatita que es mucho más resistente que la hidroxiapatita al ataque de la caries dental.

Dentina: tejido mineralizado, pero en menor proporción que el esmalte. Es el responsable del color de los dientes. Contiene túbulos en donde se proyectan prolongaciones de los odontoblastos. La dentina proporciona elasticidad al frágil pero duro esmalte.

Cemento dental: tejido conectivo altamente especializado. Es una capa dura, opaca y amarillenta que recubre la dentina a nivel de la raíz del diente. Se encarga de unir la pieza dental con el resto de la mandíbula o maxila.

Pulpa dentaria: de tejido mesodérmico está constituida por un tejido suave que contiene vasos sanguíneos (arteria y vena) que conducen la sangre hacia el diente y por fibras nerviosas que otorgan sensibilidad al diente. Dichos nervios atraviesan la raíz (del diente) por medio de finos canales. Su célula principal son los odontoblastos (son células tanto de la pulpa como de la dentina), éstos fabrican dentina y son los que mantienen la vitalidad de la dentina. Los odontoblastos poseen prolongaciones conocidas como Proceso de Tomes que se alojan en los túbulos dentinarios.

La digestión es el proceso de transformación de los alimentos, previamente ingeridos, en sustancias más sencillas para ser absorbidos. La digestión ocurre tanto en los organismos pluricelulares como en las células, como a nivel subcelular. En este proceso participan diferentes tipos de enzimas. El aparato digestivo (Es aparato y sistema ya que un sistema es el conjunto de órganos con el mismo tejido, el aparato es todo lo contrario. Pueden formar parte de un aparato incluso varios sistemas) es muy importante en la digestión ya que los organismos heterótrofos dependen de fuentes externas de materias primas y energía para crecimiento, mantenimiento y funcionamiento. El alimento se emplea para generar y reparar tejidos y obtención de energía. Los organismos autótrofos (las plantas, organismos fotosintéticos), por el contrario, captan la energía lumínica y la transforman en energía química, utilizable por los animales.

Mecánica de la respiración en el ser humano

La membrana a través de la cual el aire y la sangre han de establecer sus cambios es la pared de la vesícula pulmonar. La sangre acude a ella, en virtud de la función circulatoria, por los capilares del pulmón. Para que el aire llegue a estas vesículas, es necesario una serie de actos mecánicos por parte del pulmón y del tórax.

El aire penetra en los pulmones en virtud del fenómeno llamado inspiración y sale de los pulmones mediante el acto de la espiración.[1]

[editar] Inspiración

Animación de los movimientos de inhalación y exhalación, en verde el diafragma.
Artículo principal: Inhalación

La inspiración o inhalación es el proceso por el cual entra aire desde un medio exterior hacia el interior de un organismo (pulmones). La comunicación de los pulmones con el exterior se realiza por medio de la tráquea

[editar] Espiración

Artículo principal: Exhalación

La exhalación o espiración es el fenómeno opuesto a la inspiración, durante el cual el aire que se encuentra en los pulmones sale de éstos. Es una fase pasiva de la respiración, porque el tórax se retrae y disminuyen todos sus diámetros, sin intervención de la contracción muscular, volviendo a recobrar el tórax su forma primitiva. Los músculos puestos en juego, al dilatarse el tórax, se relajan en esta fase; las costillas vuelven a su posición inicial así como el diafragma

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