Sustancia reticular

Sistema Reticular

El sistema reticular se asocia al sistema límbico de manera importante, ya que ambos sistemas participan activamente en funciones que se entrelazan con manifestaciones emocionales y conductuales.

El sistema reticular actúa integrando información sensitiva y sensorial proveniente de los nervios espinales y craneales con información de la corteza cerebral, tronco encefálico y cerebelo.

Las redes neurales que este sistema forma procesan dicha información para darnos por ejemplo, percepción de un dolor localizado o para modular ciclos de sueño vigilia asociados con manifestaciones afectivas.

La parte central de este sistema es la formación reticular. En términos generales, dicha formación suele describirse como consistente en un núcleo continuo de neuronas que atraviesa la totalidad del tronco encefálico y que se extiende de la siguiente manera:

–  Cranealmente: con el diencéfalo.

– Caudalmente: con las láminas reticulares intermedias de sustancia gris de la médula espinal a nivel cervical.

– Ventralmente: está rodeada por el lemnisco medio y las vías motoras descendentes.

–  Dorsal y Lateralmente: está rodeada por los núcleos de los pares craneales y las vías sensitivas secundarias.

Como mencionamos anteriormente la formación reticular es lo central del sistema reticular, esta es una red formada por células y fibras nerviosas. Esta red se extiende a través del eje del sistema nervioso central desde la medula espinal hasta el cerebro. Se halla estratégicamente situada entre tractos y núcleos

nerviosos importantes. Constituye el principal sitio de origen de todos los neurotransmisores del sistema nervioso central

Desde el punto de vista filogenético representa la parte más antigua del tallo encefálico. Está constituida por diversos tipos de neuronas con dendritas largas, organizadas en agregados compactos y difusos e incluidos en una compleja red de fibras nerviosas.

En los primeros estudios la formación reticular estaba descrita como una zona mal organizada, debido a que los grupos celulares carecen de límites bien diferenciados y están penetrados por haces de fibras largas ascendentes y descendentes que dan a toda la región un aspecto reticulado.

Actualmente ya está claro, sin embargo, que la formación reticular está sumamente organizada y diferenciada, y que está compuesta por grupos de neuronas diferentes con funciones específicas.

Debido al gran número de conexiones con todas las partes del sistema nervioso, la formación reticular participa en el control de muchas funciones, tales como el control motor, sensitivo, autónomo, endocrino y de la conciencia.

Organización general

La formación reticular se divide en tres columnas longitudinales:

1) Una columna mediana de núcleos reticulares que se extiende a través del bulbo, protuberancia y mesencéfalo. Se le conoce también como núcleos del rafe. Está constituida por agregados neuronales de mediano tamaño, que se organizan en estrechas láminas bilaterales y verticales

2) Una columna medial de núcleos reticulares, compuesta mayoritariamente por un fondo de neuronas de tamaño intermedio, pero posee en ciertas regiones las células más grandes presentes en todos estos núcleos. Se le conoce también como zona reticular magnocelular.


3) Una columna lateral de núcleos reticulares, formada casi exclusivamente por pequeñas neuronas muy dispersas, por lo que se le conoce también como zona reticular parvocelular.

Con las técnicas clásicas de tinción neuronal, los grupos de neuronas están mal definidas y es difícil seguir su trayectoria anatómica a través de la red. No obstante con las nuevas técnicas de neuroquímica y localización citoquímica, se demuestra que la formación reticular contiene grupos altamente organizados de células neurotransmisor-específicas que pueden influir en áreas específicas del sistema nervioso central.

Existen vías polisinápticas, vías cruzadas y no cruzadas ascendentes y descendentes, que influyen muchas neuronas que desempeñan funciones tanto somáticas como viscerales

En la zona inferior de la formación reticular se encuentran las interneuronas de la sustancia gris de la medula espinal, mientras que en la zona superior hay una zona de intercambio de impulsos hacia la corteza.

Proyecciones Aferentes

Existen variadas vías aferentes diferentes que se proyectan en la formación reticular desde la mayor parte de estructuras del sistema nervioso central.

Desde la médula espinal surgen fascículos espinorreticulares, fascículos espinotalámicos y lemnisco medial.

Desde los núcleos de los pares craneales existen tractos aferentes ascendentes, que incluyen las vías vestibulares, vías acústicas y las vías visuales.

Desde el cerebelo surge la vía cerebelorreticular. Desde el área subtalámica, hipotalámica y desde los núcleos del tálamo, del cuerpo estriado y del sistema límbico surgen más tractos aferentes.


Otras fibras aferentes importantes para la formación reticular surgen desde la corteza motora primaria del lóbulo frontal y desde la corteza somestésica del lóbulo parietal.

Proyecciones Eferentes

Así como existen las aferentes, también existen múltiples vías eferentes que se extienden hacia el tronco del encéfalo y la médula espinal a través del fascículo reticulomedular, y los fascículos reticuloespinales hacia las neuronas en los núcleos motores de los pares craneales y las células del asta anterior de la médula espinal.

Otras vías descendentes o eferentes, se extienden hacia la eferencia simpática y la eferencia parasimpática craneosacras del sistema nervioso autónomo.

Otras vías se extienden hacia el cuerpo estriado, el cerebelo, el núcleo rojo, la sustancia negra, el techo y los núcleos del tálamo, el subtálamo y el hipotálamo. La mayoría de las regiones de la corteza cerebral recibe también fibras eferentes.

Funciones de la Formación Reticular

1. Control del musculo esquelético:La  formación reticular puede controlar la tensión muscular  y las actividades reflejas

La formación reticular ayudada por el aparato vestibular del oído interno y el fascículo vestibuloespinal, desempeñan un papel muy importante en el mantenimiento del tono de los músculos anti gravitorios (grupos musculares que participan en la estabilización de las articulaciones o de otras partes del cuerpo, al ponerse a los efectos de la gravedad) cuando la persona se pone de pie.

La formación reticular también es importante ya que controla los músculos de la expresión facial cuando estas se relacionan directamente con las emociones.

2. Control de las sensaciones somáticas y viscerales:


debido a la localización central que posee la formación reticular, este sistema puede influir en todas las vías ascendentes que pasan por los niveles supraespinales. La influencia de esta

es facilitadora  o inhibidora. La formación reticular participa en el control de la percepción del dolor.

3. Control del sistema nervioso autónomo:


es la parte del sistema nervioso que controla las acciones involuntarias. Este sistema recibe gran información proveniente desde las vísceras. Algunos datos fisiológicos sugieren la presencia de la formación reticular para el control y regulación de varias funciones viscerales como la disminución de la frecuencia cardiaca y  de la presión arterial,  el aumento de la frecuencia respiratoria y la regulación del ritmo respiratorio

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Control del Sistema Nervioso

A través de su conexión con los núcleos hipotalámicos, la formación reticular controla indirectamente la actividad de la hipófisis, influyendo en la síntesis y liberación de factores hormonales liberadores o inhibidores

5.

Influencia en los relojes biológicos

La formación reticular también  controla los niveles de conciencia  y el despertar. Las múltiples vías ascendentes que transmiten información sensitiva a los centros superiores, son canalizadas a través de la formación reticular, que a su vez proyecta esta información al diencéfalo (núcleos inespecíficos del tálamo, subtálamo e hipotálamo), ganglios básales y de manera subsecuente a diferentes partes de la corteza cerebral, lo cual tiene una influencia notable en el despertamiento cortical, atención y alerta a estímulos sensoriales aferentes. Así, los diferentes grados de vigilia, parecen depender del grado de actividad de la formación reticular.

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El sistema activador reticular

Controla los niveles de conciencia y vigilia  mediante múltiples vías  ascendentes que trasportan  la información sensitiva  hacia  los centros superiores, la cual a su vez  proyecta  esta información  hacia otras partes  diferentes de la corteza  cerebral, haciendo que una persona  que duerme se despierte.
Los diferentes  grados de vigilia  parecen depender del grado de actividad  de la formación reticular
las sensaciones dolorosas aferentes  incrementan de modo considerable  la actividad  de la formación reticular  que a su vez excitan mucho  la corteza cerebral. La acetilcolina es quien participa como neurotransmisor excitador del proceso.

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