Hormonas sensoriales

Receptores dispersos por el cuerpo


Los receptores mecánicos perciben el contacto y la presión, y los térmicos detectan la salida o entrada de calor en el cuerpo. Hay también terminaciones nerviosas que cuando se excitan provocan la sensación de dolor. El conjunto constituye el sentido del tacto.

Receptores concentrados en regiones


Un caso lo constituyen los receptores que captan la presencia de determinadas sustancias químicas. Los olfativos detectan sustancias gaseosas, que interpretamos como olores. Los gustativos detectan sustancias disueltas en líquidos. Las combinaciones de gustos, olores y sensaciones mecánicas de la boca conforman los sabores. En los peces hay una región llamada línea lateral, que capta los cambios de presión y movimiento del agua en torno al cuerpo del animal, mediante unas células ciliadas ubicadas en un surco que recorre el cuerpo del pez. Las serpientes que se alimentan de animales de sangre caliente, tienen receptores que captan los rayos infrarrojos, y por tanto, las fuentes de calor a distancia. Son los órganos de Jacobson, situados en las escamas de la boca.

Órganos del equilibrio


Informan de la posición y movimiento del cuerpo. El tipo más sencillo es el estatocisto de invertebrados, que consiste en una esfera rígida que se mueve por inercia dentro de una cavidad esférica tapizada de células ciliadas sensoriales. Un modelo más complejo es el órgano del equilibrio de los mamíferos, que se sitúa en el oído interno. Se trata de los conductos semicirculares, llenos de un líquido, orientados en las tres direcciones del espacio; cuando el animal se mueve, el líquido lo hace también por inercia, y estimula a las células ciliadas sensoriales de las bases de los conductos (crestas). También, en la base de los tres conductos hay una zona ensanchada (utrículo), con unas células sensoriales situadas en la mácula, que captan, por la inercia del líquido, la intensidad del movimiento.

Órganos auditivos


No los poseen todos los animales, sino sólo aquellos capaces de emitir sonidos. Constan de una membrana que transforma los sonidos en vibraciones mecánicas, y unas células sensitivas que transforman las vibraciones en impulsos nerviosos. El órgano del oído en los mamíferos está muy desarrollado. El oído externo recoge las ondas sonoras del aire, que son cambios oscilatorios de presión. Estas ondas hacen vibrar el tímpano, que es una membrana que limita el oído externo con el medio. En el oído medio, una cadena de huesecillos transmite las vibraciones del tímpano a la ventana redonda, que es la frontera con el oído interno. El oído interno, enrollado en forma de caracol, es un conducto con un líquido que vibra impulsado por la ventana redonda, y esas vibraciones excitan a las células sensitivas situadas en el eje del caracol, las cuales transforman dichas vibraciones en impulsos nerviosos que impresionan al cerebro, que interpreta esos impulsos como sonidos.

Órganos visuales


Las células receptoras de los órganos visuales poseen unos pigmentos que transforman las impresiones de la luz que reciben en energía química, la cual origina los impulsos nerviosos. En los animales más primitivos (medusas) se concentran en manchas oculares, perciben los cambios de intensidad de la luz. Otros animales han desarrollado ojos en cáliz, las células sensoriales se colocan en el fondo de unas depresiones cubiertas por una lente, se percibe la forma de los objetos. Los insectos y otros artrópodos han desarrollado ojos compuestos, formados por muchas unidades independientes (omatidios), también poseen ocelos, equivalentes a las manchas oculares. Los vertebrados y cefalópodos presentan los ojos en cámara, órganos huecos llenos de un liquido que mantiene la forma. La parte anterior del ojo posee una lente fija, la córnea, y otra de curvatura variable, el cristalino. Entre las dos, enfocan las imágenes en el fondo del ojo, la retina. El iris regula la cantidad de luz que penetra. En la retina se sitúan las células sensoriales.

La interpretación del cerebro


Para obtener una adecuada percepción de la realidad es importante la interpretación que hace el sistema nervioso central de esa información. Muchos animales asocian determinados olores, gustos, sonidos y colores a la presencia de peligros, y pueden prevenirlos adecuadamente. Las imágenes que recibe la retina de un ojo de vertebrados están invertidas, y el cerebro las interpreta correctamente. El cerebro de los vertebrados superiores es capaz de recomponer imágenes que los ojos captan parcialmente. Por la visión binocular, el cerebro obtiene una imagen única con sensación de relieve o profundidad. Para esto, es importante el quiasma óptico, o cruce de los nervios ópticos en la base del cerebro.

El sistema endocrino


Se conoce con este nombre el conjunto de las glándulas endocrinas y de sus productos segregados, que son las hormonas.
Se considera un sistema porque existe relación, en cuanto al funcionamiento, entre todos sus componentes.

Las glándulas endocrinas


Son órganos que elaboran hormonas y las vierten a la sangre que las transporta hasta los órganos diana donde ejercen su acción. Algunas glándulas son órganos enteramente dedicados a la secreción de hormonas, como la hipófisis, en la base del cerebro, las glándulas suprarrenales, sobre los riñones, o la tiroides, bajo la laringe. Otras glándulas son grupos de células incrustadas en órganos con otras funciones, como las células productoras de hormonas sexuales incrustadas en los testículos y ovarios, que son órganos productores de células sexuales, o la paratiroides que son cuatro grupos celulares incrustados en la tiroides. Las glándulas pueden ser estimuladas para segregar sus hormonas de dos formas:

– Por impulsos nerviosos generados como respuesta a un estímulo.

– Por acción de hormonas producidas por otras glándulas.

También hay sustancias que intervienen en la coordinación química que no son segregadas por glándulas, sino por neuronas o por fibras nerviosas aisladas, como es el caso de las hormonas segregadas por el hipotálamo. A estas sustancias se les llama neurohormonas o neurotransmisores.

Las hormonas


Son biocatalizadores de composición química variada que han de estar presentes siempre en bajas concentraciones en el organismo; por eso, al mismo tiempo que se van sintetizando, las hormonas van siendo continuamente eliminadas por la orina, por el sudor, o transformadas por el hígado. Todas las glándulas vierten sus productos al medio interno y el torrente circulatorio se encarga de repartirlas rápidamente por todo el organismo. Las células poseen receptores específicos para el tipo de hormonas que las han de activar. Se dice que cada hormona tiene sus células diana, es decir, sus tipos celulares que presentan receptores específicos para ella. Se suele hablar también de órganos diana, que serían los órganos que contienen las células diana para cada hormona. Un ejemplo sería la hormona del crecimiento (somatotropina), segregada por la hipófisis y recorre todo el organismo, pero solamente se fija y produce sus efectos sobre células musculares y del tejido óseo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *